Washington.

Las economías de Medio Oriente y el norte de África están arrasadas por las guerras y desplazamientos de poblaciones y generan monumentales desafíos humanitarios y de desarrollo, dijo en un informe el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Crecimiento económico en caída libre, imparables desequilibrios fiscales y una diezmada fuerza laboral, obligan otra vez a nuevos esfuerzos de países donantes y la coordinación de la ayuda humanitaria, dice el informe divulgado a tres días de una reunión de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre la crisis de los refugiados.

La mayor parte del capital productivo en las zonas de conflicto ha sido destruido, las pérdidas de riqueza personal y de ingresos son enormes y el capital humano se deteriora por falta de empleos y educación, afirmó la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, en un documento adjunto al informe.

La Asamblea General de Naciones Unidas realizará el lunes una reunión de alto nivel para coordinar respuestas internacionales a la crisis de los refugiados y migrantes.

El informe del FMI sigue a otro del Banco Mundial (BM) conocido el pasado jueves en el que se advierte que el peso de la cantidad de refugiados y desplazados cae mayormente en los hombros de países pobres, lo que obliga a coordinar los esfuerzos de ayuda humanitaria.

Los números del FMI señalan que tras cuatro años de guerra civil en Siria, el producto interno bruto (PIB) se redujo a la mitad. En Yemen la economía se contrajo entre 25 y 35 por ciento el año pasado y la actividad económica de Libia cayó 24 por ciento en 2014.