Con la finalidad de contribuir a la reinserción social y a disminuir el hacinamiento y la sobrepoblación en las cárceles de la Ciudad de México, la vicepresidenta de la Comisión Especial de Reclusorios de la Asamblea Legislativa, Rebeca Peralta León, solicitó a las autoridades penitenciarias flexibilizar las reglas que regulan el uso y la portación de brazaletes electrónicos para que un mayor número de internas e internos cumplan su sentencia en sus domicilios.

La legisladora perredista señaló que desde hace años “el uso de esta herramienta tecnológica se ha convertido en alternativa al encarcelamiento y sólo 11 prisioneros tienen brazaletes activados, dentro de un rango de distancia, en sus hogares.

Un equipo de cinco profesionistas monitorean desde el penal de Santa Martha Acatitla, vía satelital, las 24 horas, para conocer el sitio en que se encuentra el reo”.

Explicó que el programa comenzó en 2006 y a la fecha se han entregado 436 brazaletes electrónicos (416 a hombres y 20 a mujeres).

Entre las ventajas del uso del brazalete electrónico están: “la disminución del hacinamiento –al 19 de agosto de 2016 había en las cárceles capitalinas 33 mil 389 reos–, la reducción de la sobrepoblación, ahorro en el gasto público destinado a comida, vestido, educación y esparcimiento para el recluso.