Miles salen en defensa de la presidenta de Madres de Plaza de Mayo
Rechaza presentarse a declarar en un caso de desvío de fondos
Viernes 5 de agosto de 2016, p. 21
Buenos Aires.
En poco más de una hora miles de manifestantes llegaron, en convocatoria espontánea, para apoyar a Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, cuya detención ordenó el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi, luego de que no se presentó a declarar en la causa por el desvío de fondos del programa de viviendas Sueños Compartidos. El mismo juez dio marcha atrás la noche de este jueves en su resolución, ante la respuesta masiva, que sorprendió a propios y extraños.
Miles de argentinos salieron a las calles en un segundo ruidazo, después del realizado el 14 de julio pasado. En todo el país el ruidazo fue masivo y superó las cifras del primero, esperando que el gobierno del presidente, el derechista Mauricio Macri, escuche y responda
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Lejos de la protesta, Macri viajó a Río de Janeiro para presenciar la inauguración de los Juegos Olímpicos. Lo sucedido poco después del mediodía, con la llegada de carros policiales para allanar la sede de Madres de Plaza de Mayo y detener a De Bonafini, fue otro disparador que hizo crecer la tensión.
De Bonafini, cercana a los 90 años, con dificultades en su marcha, presentó un escrito y envió una carta al juez en la que explicaba que no se presentaría, ya que considera que este pedido de presentación forma parte de lo que ya se califica de cacería
de personas cercanas al gobierno de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner y a organismos de derechos humanos.
El rumor de la orden de detención recorrió esta capital y miles comenzaron a movilizarse cuando, por otra parte, organizaciones sociales y sindicales se manifestaban contra las medidas del gobienro.
El grupo de Madres, de entre 85 y 90 años, con sus pañuelos blancos en la cabeza, se trasladó a Plaza de Mayo, donde todos los jueves mantienen una ronda, como aquellas primeras de 1977, en plena dictadura militar. En minutos una multitud llenaba la plaza y calles adyacentes. Después de leer la carta al juez, De Bonafini regresó acompañada de los manifestantes, y desde la policía federal comunicaron al magistrado que, ante esta situación, decidieron que no era oportuno detener a la dirigente social.
¡Pará la mano, Macri!, con esta frase la presidenta de Madres de Plaza de Mayo culminó un discurso contra la autoridad que le giró una orden de detención y en el que acusó a la justicia de pretender que la organización
pague las deudas de otrosFoto Ap
Quieren hacernos desaparecer, pero les va a costar un poco. No tenemos nada que ocultar
, dijo De Bonafini, y acusó a la justicia de pretender que la organización “pague las deudas de otros… No sé qué va a pasar, no sé hasta dónde son capaces de llegar, pero con el mismo valor de nuestros hijos, con la misma bronca y con la misma seguridad vamos a enfrentar a esta justicia corrupta”.
De Bonafini, con los ojos húmedos, pero con firmeza, sostuvo: nos podrán meter presas, pero no podrán poner preso al pensamiento, las ideas, la voluntad y las ganas de pelear... Odiaron a nuestros hijos y ahora odian a las Madres
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La dirigente expuso el momento que se vive en Argentina, en un discurso fuerte y emotivo que terminó con un contundente: ¡pará la mano, Macri!
La citación fue la segunda en una causa en que imputaron a De Bonafini por actos que en realidad fueron cometidos por Sergio Schoklender, a quien De Bonafini protegió en su momento y que puso a manejar los fondos otorgados a Madres para la construcción de viviendas para trabajadores y familias necesitadas en el proyecto de Sueños Compartidos.
Después de esta extraordinaria respuesta popular a una injusticia que afectaba a un símbolo como las Madres de Plaza de Mayo, el pará la mano
se escuchó especialmente ante el Congreso, uno de los lugares donde fue más compacta la manifestación del ruidazo, en advertencia a los legisladores para que vuelvan la mirada hacia el pueblo que los votó
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