En 25 años no ha mejorado el ingreso de las familias y por ello no se ha reducido la pobreza, ha fallado el tema económico, ha habido varias crisis y ahora, con los datos que reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que refieren un aumento de 33 por ciento en los ingresos de los hogares pobres, se pierde la comparabilidad con el pasado, no sabemos si vamos bien o mal, señaló el secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), Gonzalo Hernández Licona.

Insistió en que el Inegi no les informó con tiempo sobre los cambios que se harían en la toma de las encuestas ni de que la información no sería cotejable. Destacó que la comparación de los datos del instituto con otros años en la medición de la pobreza es necesaria para definir políticas públicas.

Apuntó que ante los cambios realizados no se presentará la Medición de Pobreza 2015. No tendríamos credibilidad si utilizamos los datos; hay que hacer un esfuerzo grande para que la comparación sea de 2016 con 2014 y ver la evolución del ingreso y de las carencias de manera más clara, señaló.

Grados de libertad

En reunión de trabajo en el Senado ante la tercera comisión de la Permanente, luego del debate surgido entre el Coneval y el Inegi al presentar éste el 15 de julio el módulo de condiciones socioeconómicas (MCS) –con la advertencia de que no podía compararse con datos de otros años y con modificaciones en el método de captación del ingreso en los hogares más pobres–, Hernández Licona precisó que el Inegi no incluyó esos cambios en sus manuales de procedimiento. Siempre ha tenido grados de libertad para cambiar los operativos. Parecería que en 2015 hubo captación en campo que no estuvo en los manuales, para captar mejor los ingresos, y es ahí donde no supimos que había esa intencionalidad.

Detalló que el MCS 2015, con el cual se mide la pobreza, permitiría por primera vez en la historia comparar a escala municipal este factor de los años 2015 y 2010, lo cual ya no se podrá realizar. En esta encuesta se invirtieron 150 millones de pesos, precisó. Consideró que el Inegi hace muchas cosas correctamente y tiene forma de avisar con tiempo que cambiará cualquier estadística, como hizo con la inflación, que se modificará el año próximo. Nos hubiera gustado que en este caso hubiera pasado lo mismo.

El senador Ernesto Cordero le preguntó cuándo se enteró de los cambios a la captación del ingreso en el MCS; Hernández Licona respondió que el 11 de julio. Agregó que siempre hay posibilidad de mejoras o cambios en la metodología de la pobreza, pero evitemos sospechas.

Anunció que se acordará con el Inegi para que en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, que comenzará a tomarse en agosto, se trabaje de manera conjunta a fin de realizar la medición de pobreza el año próximo. Por lo pronto, con la información obtenida en el MCS no se puede decir si los datos sobre pobreza cambiaron entre 2014 y 2015, aunque la inflación bajó y las encuestas trimestrales reflejaron un repunte en el poder adquisitivo del ingreso laboral.

Agregó que se quiere rescatar la confianza, tener una encuesta comparable para ver cómo vamos y ensayar formas de captar mejor el ingreso. Así la gente vería dos formas de medición. Una con ingresos mejorados, en todos los hogares, no sólo los más pobres, y la que se venía haciendo.

Los legisladores reclamaron que los cambios en la metodología de captación del ingreso se hubiera debatido en las redes sociales e incluso reconocieron que la ley del Coneval está pendiente en el Congreso.