Uno de los principales problemas para acceder a predios y edificar viviendas de interés social es el precio que alcanza el suelo en la capital del país, que se elevó a más del doble en los pasados cinco años, señaló Carlos Cervantes, director ejecutivo de cierre de fondos del Instituto de Vivienda (Invi) de la Ciudad de México.

El funcionario señaló que incluso en zonas donde el suelo era tradicionalmente accesible, como Iztacalco e Iztapalapa, el precio del suelo es increíblemente alto, como prácticamente en todas las zonas de la ciudad y no sólo en las delegaciones Benito Juárez o Miguel Hidalgo.

Sobre el precio que alcanza un metro cuadrado en las zonas donde antes era accesible el suelo, dijo que depende mucho, pero estimó que hace cinco años podía encontrarse entre 5 y 10 mil pesos, y en la actualidad en 12 mil, 14 mil y 18 mil pesos en todas esas zonas.

Las consecuencia de esto, indicó, es la imposibilidad de poder dotar de vivienda a la gente que más lo necesita y que menos ingresos tiene. Además faltan servicios, áreas verdes; la carestía pega a todas las actividades de los ciudadanos, afirmó en entrevista al término del taller con el Instituto de Vivienda y la Procuraduría Social capitalinos, organizado por la Comisión de Vivienda de la Asamblea Legislativa local.

Otro gran problema es que el Invi no tiene presupuesto para la compra de suelo, por lo que tendrá que buscar mecanismos que le permitan acceder a una oferta completa de vivienda, porque sólo tenemos dos programas: vivienda en conjunto y mejoramiento de vivienda.

Explicó que el Invi trabaja con la Asamblea Legislativa para dotarlo de mayores recursos, con la finalidad de poder dar a la gente lo que necesita, pues sólo cuenta con un presupuesto de 2 mil 500 millones de pesos al año, de los cuales la mitad proceden de la recuperación, que es lo que se cobra a los beneficiarios, explicó.

Agregó que una de las opciones para acceder a una vivienda es crecer verticalmente, ya que no hay posibilidades de hacerlo de manera horizontal; ya no hay suelo. Hay opciones para ello como predios subutilizados, cuyo uso podría optimizarse hacia arriba; tendríamos que buscar viviendas con muchos años que sean susceptibles de crecer, indicó.