Río de Janeiro.

La policía brasileña desalojó ayer un emblemático edificio del centro de esta ciudad que estaba ocupado desde hace más de dos meses por opositores al presidente interino Michel Temer, informaron medios locales.

Alrededor de 50 personas permanecían en el inmueble, conocido como Palacio Capanema, el cual fue ocupado el 16 de mayo en protesta por el proceso de destitución (impeachment) contra la mandataria suspendida Dilma Rousseff.

En la acción participaron unos 50 agentes de la Policía Federal.

Algunos se quejaron de haber sido víctimas de violencia policial, informó el portal O Globo.

El edificio, símbolo arquitectónico de la ciudad, pertenece al Ministerio de Cultura brasileño. Fue invadido hace unos 70 días en protesta por la suspensión de Rousseff y la decisión inicial de Michel Temer de eliminar la cartera de Cultura como parte de una medida para reducir el número de ministerios.

Los inconformes permanecieron en el edificio, pese a que Temer dio marcha atrás días después y mantuvo el ministerio.

Temer asumió la presidencia temporalmente el 12 de mayo, tras la suspensión de Rousseff. La mandataria fue acusada de maniobras fiscales. Temer podría ser ratificado en el cargo si la gobernante es destituida definitivamente por el Senado en las próximas semanas.

En la ocupación del Palacio de Capanema, sede de la Fundación Nacional de Arte y del Instituto de Patrimonio Histórico y Nacional, participaron, en las primeras semanas, conocidos artistas brasileños, como los músicos Caetano Veloso y Erasmus Carlos.

En otro asunto, la policía arrestó al último sospechoso que tenía orden de aprehensión por haber jurado lealtad al grupo extremista Estado Islámico (EI) en las redes sociales y compartir ideas sobre lanzar un ataque durante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

El hombre fue detenido en la ciudad de Comodoro, zona centro oeste de Brasil.

El operativo lo anunciaron las autoridades el jueves pasado, cuando 10 brasileños fueron aprehendidos en varios estados. Otro hombre se entregó el viernes anterior.

Las autoridades dicen que los sospechosos simpatizan con el EI, pero no han viajado a Siria –donde está el bastión del grupo– ni a Irak. Tampoco han recibido entrenamiento.