El entrenador Juan Hernández prevé que esté entre las seis mejores
Pugnas en la administración del deporte dificultan que surjan atletas
Martes 5 de julio de 2016, p. a15
El enemigo de la marchista Guadalupe González en los próximos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro es su propia inexperiencia. Apenas tres años de trabajo en una disciplina a la que llegó por accidente
, desde entonces bajo la tutela del entrenador Juan Hernández, un viejo lobo de mar en la formación de atletas. Un paso breve, pero con el que ya está instalada en el puesto número dos de la clasificación mundial.
Una mirada precipitada podría alimentar expectativas desproporcionadas en la competencia de marcha de 20 kilómetros en Río, pero el entrenador (Premio Nacional de Deportes 1999) previene ante el probable escenario. El panorama que otea Hernández para la marcha en los próximos Juegos Olímpicos no es sombrío –aclara–, sino profundamente realista.
Aunque ella está como la segunda mejor, tiene la desventaja de tener poca experiencia y apenas tres años de trabajo
, advierte Hernández, quien se alista para viajar a Brasil con su alumna. Es mucha la diferencia frente a las chinas, alemanas o españolas; algunas tienen hasta 15 años de experiencia
.
Desde que llegó Guadalupe le percibió un talento que de desarrollarse auguraba una gran carrera. Hernández diseñó un proyecto de largo alcance que detonaría realmente en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Pero el trabajo meticuloso y cierta precocidad para el éxito les dieron buenos resultados. Guadalupe impuso marca mexicana apenas un año después de que había llegado a la caminata y en 2015 conquistó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Toronto. Este año, la atleta de 27 años consiguió el segundo lugar en la Copa Mundial de Roma.
Ella respondió, se adelantó con sus resultados muy buenos y pues ahora irá a Río de Janeiro
, dice Hernández. Lo que consiga ahí será excelente, porque el plan es Tokio 2020
.
Las previsiones de Hernández la ubican entre los seis mejores resultados en Río de Janeiro. No especula sobre colarse en el podio.
Hace 24 años acudió a los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 con otra promesa de la marcha en 10 kilómetros, Graciela Mendoza, descalificada durante la competencia. La veterana marchista también aportó en el despegue de la trayectoria de Guadalupe González. Le dio muchos consejos valiosos
, recuerda Hernández.
No es un tema de nostalgia recuperar el lugar que alguna vez tuvo la caminata mexicana. Dadas las pugnas en la administración del deporte, apunta que es muy difícil desarrollar talento.