Burdeos.

A dos semanas de ganar la Liga de Campeones por segunda vez en tres temporadas con el Real Madrid, Gareth Bale ejerció su condición de líder en la primera victoria de Gales en un torneo continental y también primera internacional, luego del Mundial de 1958.

Un magistral gol de tiro libre de Bale puso en ventaja a su selección al minuto 10 y fue el motor en el triunfo 2-1 ante Eslovaquia, en el grupo B de la Eurocopa.

Desde casi 30 metros, el jugador madridista le pegó con la zurda. El disparo hizo una comba descendente, con el arquero eslovaco Matus Kozacik descuidando el palo de la barrera.

Gales optó por defender la ventaja mínima y dejó crecer a los eslovacos, más peligrosos tras el descanso.

Aunque el foco de atención se centró en Bale, un suplente se encargó de certificar el triunfo de su equipo. El recién ingresado Robson-Kanu definió al 81, con un remate desde el corazón del área, tras una jugada armada entre Joe Ledley y Aaron Ramsey.

Otro sustituto, Ondrej Duda, había dado a Eslovaquia el eventual empate con su primer toque del balón al minuto 61.

Con ambas selecciones debutando en una Eurocopa, Gales golpeó con su astro Bale, quien dijo que fue un momento memorable, inolvidable e histórico para nuestro país, aunque resaltó el trabajo de su selección.

En lo individual, es fabuloso anotar goles, pero quiero reiterar que su autoría no tiene mayor importancia. Se trata de un esfuerzo colectivo. Queremos sumar puntos, victorias y llegar lo más lejos posible en este torneo, indicó.

Gales sueña ahora con el pase a octavos de final y con abordar serenamente el clásico contra Inglaterra, el próximo jueves en Lens.

Aún no pensamos en ese partido. Dimos un primer paso; faltan dos para la clasificación, dijo el jugador.

Bale, quien se sacrificó también en la defensa, recibió los halagos de su entrenador y de sus compañeros. Es cierto que su gol es fundamental, pero miren su trabajo defensivo; también fue importante. Es una locura la pasión que transmite cuando viste la camiseta de Gales, comentó el seleccionador Chris Coleman.