Propone modificar el límite de deducibilidad de costos de 12.5%
Viernes 3 de junio de 2016, p. 21
Petróleos Mexicanos (Pemex) enfrenta una regulación asimétrica en el actual periodo de transición y de competencia frente a las compañías petroleras privadas. Además, se le aplica un régimen fiscal diferenciado en asignaciones que es más confiscatorio que el aplicado a privados
, asegura la ahora empresa productiva del Estado.
En su plan de negocios 2016-2020, presentado por el director general de Pemex al consejo de administración, se elabora un análisis de la situación actual de la empresa en materia financiera, operativa y de marco normativo, y se propone modificar los artículos 41 y 42 de la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos referentes al límite de deducibilidad.
La actual legislación impone a Pemex un límite máximo de deducibilidad de costos e inversiones de 12.5 por ciento del valor de los hidrocarburos distintos al gas natural no asociado y sus condensados, mientras que los productores privados pueden recuperar hasta 60 por ciento de sus costos e inversiones, con lo que la asimetría es evidente.
Ante este escenario, Pemex propone en principio, modificar los artículos 41 y 42 de la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos, referentes al límite de deducibilidad y de recuperación de costos, porque resultaría más rápido que concluir la migración de un número importante de asignaciones, que le permitirían a Pemex contar con un régimen fiscal más competitivo.
En su diagnóstico, Pemex destaca que en 9 años la deuda se ha duplicado y la utilidad neta es negativa sistemáticamente a partir de 2007. Señala que en todos los años el impuesto es mayor al rendimiento de operación (excepto 2006 y 2012). En el área de exploración y producción, durante los pasados 2 años, los impuestos y derechos han sido mayores a los rendimientos.
En refinación, por su parte, los costos de venta, particularmente las compras de importación e interorganismos, han sido mayores a los ingresos, mientras en gas y petroquímica básica los gastos de operación han mermado el rendimiento de las ventas; en el a´rea de petroquímica los costos de venta, particularmente las compras interorganismos, han sido mayores a los ingresos.
La empresa productiva de Estado consideró que con el nuevo entorno se deberá tener un enfoque en asignaciones rentables a través de migraciones para obtener un régimen fiscal competitivo, así como alianzas y devolución de activos en el sector de exploración y producción.
Además de la reforma energética, Pemex tiene que enfrentar un entorno más complejo a escala internacional. En el ámbito mundial se ha presentado una caída en el precio del crudo y un precio bajo y estable para el gas natural, así como mayor oferta de crudo ligero de Estados Unidos y de crudo pesado de Canadá, así como mayor oferta y menores precios de gas natural y líquidos en América del Norte.
También hay un aumento en oferta de petrolíferos y una búsqueda de mercados por parte de países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), así como mayor oferta de Irán.
En el contexto local, en el caso de petróleo, petrolíferos y petroquímicos, Pemex deberá destinar a privados el porcentaje de la capacidad de transporte y almacenamientos que determine la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Adicionalmente, la autoridad puede realizar acciones contra Pemex cuando a su juicio, se detecte que la empresa obstaculiza la competencia con los nuevos actores privados y el desarrollo eficiente de los mercados.
Recordó que en 2014 Pemex presentó niveles de producción de crudo y gas similares a los de empresas petroleras internacionales. Sin embargo, su patrimonio es negativo. Explicó que esto se debe principalmente a que en exploración y producción los costos financieros y de operación son altos. Además, los impuestos y derechos son mayores a los rendimientos, mientras en el área de transformación industrial los costos de venta son mayores a los ingresos.
Lo anterior se traduce en restricciones a la flexibilidad, competitividad y capacidad de crecimiento de Pemex y advierte que la competencia generada con la apertura se traducirá en una pérdida potencial de participación de mercado.