Los fracasos en la reforma electoral se dieron con frecuencia por acciones u omisiones del aparato ejecutivo del Instituto Nacional Electoral (INE), pero siempre acompañados por el consentimiento y la franca complicidad de los consejeros electorales, concluye el Libro negro de la elección de 2015.

La representación del PRD ante el INE describió en 240 páginas los errores e ilegalidades cometidos en dichos comicios, así como las responsabilidades del instituto y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

Plantea que hubo un estreno contradictorio y doloroso del INE y de la legislación. Las dos principales violaciones cometidas, según este texto elaborado por el equipo que encabeza Pablo Gómez, fue la permisividad para que el Verde anticipara su campaña propagandística y la dotación al PRI de 10 diputados plurinominales llamados cachirules.

Atribuyó la tardanza en impedir y castigar las acciones ilegales cometidas por el Verde a la su­bordinación del órgano de investigación, o sea la Unidad Técnica de lo Contencioso Electoral, al consejero presidente.

La confabulación para permitir al PVEM anticipar numerosos actos de campaña tuvo también el apoyo de los consejeros electorales que procedían de propuestas del PRI en la Cámara de Diputados, Adriana Favela, Beatriz Galindo, Enrique Andrade y Marco Antonio Baños, las dos primeras integrantes de la Comisión de Quejas, mientras el último es suplente con presencia persistente en esa misma instancia, afirma dicho partido.

Aunque la nueva sala regional especializada ayudó a reducir tiempos para resolver irregularidades en propaganda política, generó un peloteo, porque los casos van de una sala a otra del tribunal electoral.

Otro tema grave, según los perredistas, fue que el INE y luego el TEPJF consintieron que el tricolor tuviese 10 diputados más que llegaron bajo las siglas del PVEM, pese a que eran militantes de ese partido, los llamados cachirules.

La contabilidad en línea de los partidos políticos también naufragó por el mal diseño de un camino hacia la construcción del sistema que ordena la ley, ya que se contrató a una empresa con malos antecedentes que jamás entregó el menor avance.

No obstante de que el INE cuenta con un gran número de ejecutivos profesionales, recordó que en 2015 se hizo un ­cómputo de votos errático, ya que el resultado arrojó durante varias horas más de 100 por ciento de los votos.

Planteó que además el INE se ha inclinado a dar cierta protección a Televisa y Televisión Azteca y a censurar espots, como ocurrió con el que difundió el PRD con la imagen del periodista Joaquín López Dóriga.

Para alcanzar el objetivo de que el instituto sea independiente, consideró indispensable exigir a los partidos que hacen las propuestas de consejeros que éstos cumplan con dos requisitos ahora inexistentes: que no tengan ni hayan tenido membresía o hayan trabajado para un partido o líder político y que sean aceptados plenamente por los otros partidos.