La Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) busca negociar con Aeroméxico para fijar nuevas condiciones para todos los pilotos de esta empresa, donde –desde 2010– hay diferencias salariales entre el personal que desarrolla las mismas funciones.

Frente a reportes de cancelaciones y demoras de vuelos de la aerolínea, el sindicato de pilotos aseveró que sus agremiados se han limitado a cumplir con las jornadas que se asientan en su ­contrato.

Los pilotos no estamos tomando ninguna acción deliberada para provocar demoras y cancelaciones; nos preocupa el usuario porque es la persona más importante, la que paga nuestro sueldo. ¿Qué estamos haciendo los pilotos? Trabajando sólo de acuerdo con lo que tenemos estipulado en el contrato colectivo de trabajo, señaló Leonardo Sánchez, secretario de prensa de la ASPA.

Lo que ocurría antes –precisó– es que nos dábamos un pequeño margen, sin violentar las normas, para que no hubiera afectaciones.

Ahora lo que hacemos es trabajar de acuerdo con la jornada máxima diaria establecida en el contrato y ello, al final de cuentas, con las demoras, especialmente en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México que ya está saturado, provocan retrasos los cuales desafortunadamente se van acumulando hasta que llega un punto en que el piloto ya no puede ir más adelante, expresó en entrevista.

Desde hace varios meses el sindicato pide ajustes a los directivos de la compañía porque los pilotos contratados con posterioridad al 13 de diciembre de 2010 están en desventaja frente a los contratados previamente.

El comité ejecutivo de ASPA, encabezado por Mario Alberto González Aguilera, presentó a la empresa un esquema integral de mejora de condiciones –incluido el plan de productividad de la aerolínea– el cual fue desechado.

Por tanto, la asamblea general sindical decidió “adoptar una posición negociadora que se apega por completo a nuestro manual de operaciones vigente y no afecta en lo más mínimo la seguridad operacional de la empresa.

Insistieron en que tienen una actitud de cooperación siempre y cuando haya reciprocidad por parte de la aerolínea.

Mientras, los pasajeros siguen reportando cancelaciones y demoras de sus vuelos. Este viernes varios perdieron citas de trabajo, conexiones a otras ciudades o un día de vacaciones.

Algunos tuvieron que comprar otro boleto para llegar a su destino, como Jorge Sepúlveda. Tras una hora de retraso en el aeropuerto de Torreón, Coahuila, les indicaron que el viaje a la Ciudad de México no se realizaría, así que tuvo que pagar casi 5 mil pesos por otro vuelo.

Desde el lunes pasado las redes sociales han sido el medio por el que desahogan sus reclamos o informan sobre las consecuencias de las demoras. Por ejemplo, la Universidad La Salle del Bajío anunció el jueves pasado en Twitter que Enrique Cabrero Mendoza, director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) no llegaría a la conferencia que tenía programada debido a retrasos en los vuelos de Aeroméxico.