La Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) informó que trabaja en la certificación ante la Secretaría de Educación Pública (SEP) de sus estancias y guarderías infantiles para que, además de alimentación y cuidado, ofrezcan educación prescolar.

José Antonio Meade, titular de la dependencia, indicó, en una reunión con los 32 delegados federales de la Sedesol, que la expectativa es que esa acreditación para las estancias que maneja a escala nacional sea una realidad este año.

Queremos este año migrar de que la estancia ofrezca cuidado y alimentación para que dé cuidado, alimentación y educación. Eso sí lo tenemos a la mano, sí lo podemos hacer en coordinación y tenemos que trabajar.

Existe un reto de más de 9 mil 700 estancias con las que hay que trabajar para asegurarnos de que cumplan con lo que pide la SEP, una instancia habilitada por protección civil, el material didáctico necesario y el personal capacitado para impartir en la estancia educación prescolar, explicó.

Detalló que ello implica trabajar con nuestras estancias para asegurarnos; ya hoy sabemos que están capacitadas para dar cuidado y alimentación, pero tenemos que trabajar junto con Educación Pública para certificar a las que estén en capacidad de hacerlo.

Importancia de la instrucción

Resaltó la importancia que tiene la educación para poder tener mejores ingresos a futuro. Lo que hemos visto es que la inversión en educación prescolar se paga, a lo largo de la vida, a una tasa de siete a uno. Hemos visto que en México, el que termina la secundaria gana el doble que el que no tiene estudios; que el que termina la preparatoria vive cuatro años más; el que termina la universidad vive alejado de pobreza.

Sobre el abatimiento de falta de bienes y servicios mencionó el dato del número de viviendas que tienen lavadora. Antes de 2014 había dos o menos lavadoras por cada 10 hogares; para ese año se duplicaron, pues cuatro de cada 10 viviendas tuvieron acceso a lavadora.

Sobre telefonía celular dijo que en la mayor parte del país, excepto Chiapas, hay una cobertura de más de 60 por ciento, una penetración del equivalente de más de seis teléfonos móviles por cada 10 habitantes, lo que además nos permite pensar en un papel cada vez más activo de la telefonía mó­vil para comunicarnos con los beneficiarios y hacerles llegar mejores espacios de información y de servicios.