A 30 años de que México comenzó la apertura económica sólo se ha logrado que el país haya debilitado su sector industrial, más allá de disfrutar de todas las concesiones arancelarias, consideró José Luis de la Cruz Gallegos, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Desarrollo Económico (Idic).

Al presentar el informe Perspectivas de la economía mexicana, De la Cruz Gallegos destacó que hace casi tres décadas México se adhirió al Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT), con el que disfrutaría de las concesiones arancelarias y recibiría un trato especial para que pudiera regular su apertura comercial y cumplir con los compromisos del acuerdo.

Sin embargo, México se ha desindustrializado, pues la apertura sólo ha debilitado la industria, dijo el director del Idic, y comparó el caso con China, que ha aprovechado la globalización desde una vertiente productiva, basada en el sector industrial, y que va a ritmos superiores a su economía.

Agregó que si bien las exportaciones mexicanas crecen, la participación industrial en el PIB ha descendido, y explicó que mientras la industria mexicana sólo sea maquila, no impulsará el crecimiento, pues se trata sólo de exportación de importaciones. Esa máquina exportadora trabaja a costa de haber sacrificado la industria nacional, dijo.

A comparar la productividad industrial de otros países asiáticos, el director del Idic señaló que “va al alza de manera sistemática. Es decir, el problema del país no fue estar cerrado. Mientras estuvo con un modelo que buscó desarrollar sus capacidades productivas, la innovación fue parte de ese desarrollo. Cuando sacrificamos esta parte, perdimos la capacidad innovadora.

Los cambios macroeconómicos de apertura económica no llegan a la vida diaria de las empresas mexicanas, porque no tienen una base microeconómica que esté apegada a la realidad en la que nos encontramos, destacó.

Indicó que la distribución de la riqueza no es cuestión de subir salarios por decreto, sino que el problema está en que la mayor parte de las empresas que generan casi 100 por ciento del empleo sólo generan 9.8 por ciento de la producción industrial.

Agregó que los micronegocios y las pequeñas empresas en México están hechas para un mercado interno grande, pero que ahora está empobrecido, con negocios de subsistencia vinculados a la informalidad y alimentados por importaciones de origen chino. En tanto, las empresas medianas cuentan con mayores capacidades, pero no con el financiamiento para crecer ni competir.

De acuerdo con el Idic, el PIB de México debe ser mayor a 2.5 por ciento, pero este año sólo crecerá entre 1.6 y 2.3 por ciento, dijo, y no prevé un segundo ajuste presupuestal para este año.

Junto a José Romero Tellaeche, director del Centro de Estudios Económicos del Colegio de México, el Idic presentó la simulación de un arancel de 30 por ciento a la importación de productos vinculados con las industrias metálicas básicas, como alternativa para generar crecimiento.

De acuerdo con la investigación, aplicar un arancel de este tipo reduciría el índice de precios del valor agregado en 9.1 por ciento, y el índice de precios de la oferta total en 6.8 por ciento, lo que descartaría una fuente de presiones inflacionarias.