José Antonio Flores se erigió nuevo presidente de la Federación Mexicana de Tenis (FMT) en una asamblea que el grupo contendiente optó por abandonar antes de que se efectuara la votación, al considerarse en amplia desventaja por factores legales que sólo estaban en manos del grupo saliente, encabezado por Gastón Villegas, quien terminó dos periodos (en total ocho años).

Descontentos por el rezago en el tenis, que ha tocado fondo varias veces y que no encuentra salida por la mala gestión de Villegas, un grupo de ex tenistas, veteranos en activo, dirigentes y promotores se unieron para conformar una planilla, encabezada por Armando Vega, actual titular de la Asociación de Tenis capitalina, todavía denominada del Distrito Federal, que quedó registrada en la FMT en el día límite, el pasado 29 de mayo.

Aunque fueron pocos días de promoción del grupo opositor al que apoyaría la actual FMT, se sumaron muchos preocupados por el futuro del deporte blanco. Incluso declinaron proyectos personales para dirigir la federación, como Ricardo Langre y Rodrigo García, quienes aparecían con cargos en la planilla, mientras en una de las vocalías estaba el director del Abierto Mexicano de Tenis, Raúl Zurutuza, quien hace ocho años había fallado ante Villegas en la carrera por la presidencia.

De acuerdo con el grupo opositor a Flores, eran mayoría las asociaciones que apoyarían la planilla de Vega.

Sin embargo, la realidad fue distinta en la asamblea de ayer, realizada en un hotel de Reforma, donde el grupo saliente de la federación blindó la votación: primero con un estricto registro, que cerró hacia las 11:30 horas para el acto que tendría inicio, según convocatoria, a las 12:00, además de que impidió la participación a algunas asociaciones, al considerar que no cumplían con los requisitos.

Una de ellas fue la de Chihuahua, que enfrenta el conflicto de dos grupos en pugna por los derechos, así que aunque llegaron de acuerdo en bien del tenis, no los dejaron entrar.

En consideración de los opositores, esa asociación, al igual que las de Zacatecas, Sonora y Veracruz, que llegaron tarde, habrían votado por ellos, aunque sabían que muchas otras ya se habían inclinado en favor de Flores, producto de cabildeos y manejos previos respaldados por la FMT.

La habrían ganado, pero ¿por qué no los dejaban votar?, ¿por qué hacer todo oscuro?, se preguntó Armando Vega.

Realmente por lo que nos fuimos fue porque hubo muchos insultos y nos hartamos. Villegas estaba desatado, cada vez que alguien de nosotros pedía la palabra, ofendía o denigraba, anotó el dirigente, quien mencionó que no se permitió el paso ni a un notario público que asentaría los hechos por parte de su grupo, ni a una magistrada de la Comisión de Apelación y Arbitraje del Deporte.

Fue demasiado. Nos hartamos y nos fuimos, dijo Vega, reunido con el grupo en un sitio cercano al hotel, donde decidirían si insisten en la impugnación que fue denegada en la asamblea.

De su lado, Antonio Flores rechazó ser el candidato apoyado por Villegas. Aseguró que trabajará por la unidad en el tenis y que buscará consenso con los entrenadores del país para hacer un programa nacional a futuro, lo mismo que Villegas prometió en su inicio.

Hicimos labor de proselitismo y nos ocupamos de que todos pudieran asistir a la asamblea, sobre todo que estuvieran regulares. Llevábamos la votación arriba, dijo Flores, ganador con 34 votos en favor y dos en contra.

Reveladora en la fractura en el tenis es la asociación del estado de México, en la que José Antonio Flores, quien era el supuesto dirigente y fue derrocado en noviembre pasado en una asamblea extraordinaria de la que surgió José María Flores como nuevo dirigente, ayer sin embargo votó por Flores y negó que existiera algún litigio, que sí lo hay.