Xalapa, Ver.

Lo dicho por Rubén Pérez Andrade, el octavo policía estatal detenido por el caso Tierra Blanca, quien asegura que los cinco jóvenes desaparecidos fueron asesinados el mismo día, es sólo ‘‘una declaración más, así lo toman las autoridades, así lo consideramos nosotros, pues las investigaciones van a continuar”, dijo Bernardo Benítez Herrera, padre de uno de los cinco muchachos detenidos por la policía estatal el pasado 11 de enero.

‘‘A partir de aquí se van a desprender otras aprehensiones; esta persona (Pérez Andrade) menciona hechos muy concretos de lo acontecido con nuestros hijos (...) Da señales muy claras de cómo va a seguir la investigación para la aprehensión de nuevos elementos involucrados en el caso y los autores intelectuales’’, señaló Bernardo Benítez.

El pasado lunes, Roberto Campa Cifrián, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (SG), y Enrique Galindo Ceballos, comisionado general de la Policía Federal (PF), leyeron a los padres de familia la declaración ministerial de Rubén Pérez.

La relevancia del octavo policía estatal detenido radica en que hasta ahora la investigación se había integrado con información técnica, como huellas digitales, teléfonos, etcétera. A partir de esta confesión se puede hacer una vinculación entre una declaración y la información con que se cuenta, les habrían dicho las autoridades a los padres.

‘‘Ellos (los otros siete policías detenidos) se habían puesto de acuerdo para decir que habían revisado y habían dejado ir a las víctimas, pero en esta declaración ya se nombra a los que participaron y se les involucra en la desaparición’’, dijo Benítez.

El padre de familia agregó que en la reunión del lunes, que duró más de tres horas y tuvo partes ‘‘muy crudas’’, algunos padres decidieron salir durante la lectura de algunos tramos. ‘‘Yo me salí, solo quise saber los argumentos porque tenía conocimiento de casi toda esa situación y no quise seguir martirizándome escuchando todo lo que se relató’’, expresó.

Las madres y padres de estos jóvenes anunciaron que el campamento que mantienen frente al Ministerio Público de Tierra Blanca continuará hasta que se esclarezca el caso. Esta semana se reunirán con una organización civil que les dará acompañamiento en su lucha.

Antes de ser víctimas de desaparición forzada José Benítez de la O, Bernardo Benítez Herrera, Alfredo González Díaz, Mario Arturo Orozco y Susana Tapia Garibo (menor de edad) pasaron un fin de semana en el puerto de Veracruz, donde celebraron el cumpleaños de uno de ellos.

En el camino de regreso a Playa Vicente, de donde son originarios, fueron interceptados por una patrulla de la policía estatal en el municipio de Tierra Blanca, el mediodía del lunes 11 de enero. Un testigo avisó a los padres de los jóvenes, quienes se movilizaron de inmediato. Presentaron la denuncia ante el Ministerio Público y dieron a conocer el caso ante los medios de comunicación.

Sobre los trabajos en el rancho El Limón, las autoridades federales informaron del hallazgo de más restos, los cuales serán analizados y en 10 días se tendrá información sobre los resultados.