De los 100 mil casos de adicciones que se tratan al año en los Centros de Atención Juvenil (CIJ), la mitad se relaciona con el consumo de mariguana y alcohol, sostuvo la directora del organismo, Carmen Fernández Cáceres, quien dijo que el fenómeno va en aumento y afecta principalmente a ese sector de la población.

De 2009 a la fecha se disparó el consumo. Sólo en 2015 el hospital siquiátrico Fray Bernardino Álvarez atendió a 2 mil 735 jóvenes que ingresaron por mezclar ambas sustancias, lo que aumentan el riesgo de sicosis.

En entrevista luego de participar en la conferencia Mariguana, lo que no se dice y tienes que saber, organizada por las asociaciones Red Familia y Sin Mota Somos Más, señaló que la ingesta se presenta de forma cada vez más frecuente en alumnos de secundaria y bachillerato, principalmente en las entidades de Nuevo León, estado de México, Puebla y Ciudad de México. Agregó que en Veracruz hay muchos casos de mariguana en Xalapa, Poza Rica y Boca del Río.

“De los estudiantes de quinto y sexto año de primaria, entre 10 y 11 años, 26.9 por ciento ya consumen alcohol, 6.5 fuman tabaco, 3.3 han usado drogas, principalmente mariguana.

Mientras empiecen a menor edad a consumir mariguana, más graves serán los efectos en el cerebro, que no termina de desarrollarse hasta los 21 años; las áreas en formación en los niños y adolescentes que se dañan es la zona prefrontal, ahí controlamos emociones, disciplina, impulso, y vida social, enfatizó.

En los 16 Centros de Integración Juvenil “cada vez recibimos más pacientes que consumen alcohol con mariguana, ya que de los 100 mil casos anuales la mitad está relacionada con este problema.

Son jóvenes con daños severos por la mariguana, sentenció.

También hay gran cantidad que se tratan en los más de 330 Centros de Atención a las Adicciones del consejo nacional en la materia.

En relación con las 11 audiencias públicas que se realizaron en el Senado en torno a la regulación de la mariguana, aseguró que no hay algún sustento para legalizarla.

Se ha dicho, explicó, que no daña la salud o que causa menos daño que otras drogas legales como el tabaco o el alcohol; sin embargo, aseveró que existe evidencia científica respecto al deterioro a la salud física, mental y pública.

La mariguana, al igual que el tabaco, afectan la memoria, el aprendizaje y la atención.

Por separado Mario Romo, director nacional de Red Familia, manifestó que no es posible que las prioridades en materia de educación, salud y seguridad se dejen de lado por dar importancia a la legalización de la mariguana. Además invitó a las autoridades a conocer y analizar las investigaciones realizadas sobre los efectos de la cannabis y los riesgos colaterales del consumo en niños y jóvenes.