Vivos se los llevaron, vivos los queremos, fue la consigna que se gritó para dar inicio a la proyección del documental Marchas por Ayotzinapa, de la indignación a la digna acción, que por medio de una investigación académica hace un recuento de los sucesos del 26 de septiembre de 2014 en Iguala, que derivaron en la desaparición forzada de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos.

La cinta, realizada por Arnulfo Arteaga García, Rodrigo Coronel Navarro e Israel Velazco Ramírez, relata cómo a partir de octubre de 2014 la sociedad mexicana dio un paso a la digna acción al salir a las calles para formar multitudinarias marchas con el clamor de justicia por bandera.

Resalta la forma en que las movilizaciones trascendieron fronteras debido a las redes sociales, y deja claro los dislates del gobierno mientras se realizaban las primeras investigaciones del caso.

Tras la exhibición, Arteaga y Coronel enfatizaron que con este trabajo buscan crear un antecedente histórico que promueva la reflexión entre la población sobre lo que sucede en el país, “ya que no es el único caso de desaparición forzada o violaciones de derechos humanos.

Las movilizaciones por Ayotzinapa no han cesado. Los padres de estos jóvenes continúan haciendo recorridos, tocando puertas, moviendo corazones sólo por un motivo: saber dónde están sus hijos, sostuvieron.

De una comitiva de 30 familiares de los normalistas que asistió a la muestra, Iván Álvarez, padre del desaparecido normalista Jorge Álvarez Nava, expresó: El movimiento nunca se ha sentido solo, pues las personas siempre han mostrado su apoyo incondicional. Por eso nunca hemos parado; pedimos su respaldo para encontrar a nuestros hijos.

Con firmeza, exigió a las autoridades divulgar los avances de la investigación sobre el caso, a fin de tener a la población bien informada. Además, pidió a las instancias internacionales que colaboran en las indagaciones que permanezcan en el país para dar continuidad a los análisis.

El Papa se fue sin hacernos caso. No hay que distraernos. Volvamos a las calles, solicitó Álvarez.

Proyectado la noche del pasado miércoles en el foro Vicente Lombardo Toledano, varios de los asistentes expresaron de manera individual sus pensamientos sobre el estado actual del movimiento. Calificaron de injusta y discriminatoria la decisión del papa Francisco de rechazar una reunión con los padres de los normalistas para abordar el caso, al considerar que este encuentro presionaría a las autoridades para dar una respuesta real sobre la investigación.

También coincidieron en que las movilizaciones deben continuar y tener mayor convocatoria, como Acciones Globales por Ayotzinapa, a pesar de haberse desinflado por apatía o carencia de empatía de la población, al dejarse llevar por los informes oficialistas, que sólo brindan un enfoque para calmar a la sociedad.

Arteaga, docente de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, explicó que actualmente su equipo de trabajo se encarga de difundir el documental a otros sectores de la población para crear una identidad de este caso como movimiento social y para reflexionar sobre la situación contemporánea de México.