El Grupo Financiero Santander redujo de 3 a 2.5 por ciento su previsión de crecimiento para este año, a consecuencia del efecto combinado de un menor dinamismo en Estados Unidos y de las medidas de disminución de gasto público y aumento de tasas de interés anunciadas el miércoles por la Secretaría de Hacienda y el Banco de México.

Mientras tanto, Banamex sostuvo que el recorte al presupuesto implica riesgos a la baja sobre la actividad económica.

Invex, por su parte, anticipó una reducción en su pronóstico de crecimiento para este año, como efecto de las medidas anunciadas de recorte del gasto y aumento de tasas, aunque todavía no precisó una cifra.

La Secretaría de Hacienda anunció el miércoles un recorte del gasto público de este año por 132 mil 300 millones de pesos para evitar que la pérdida de ingresos por la caída del precio del petróleo eleve el déficit fiscal previsto. Petróleos Mexicanos (Pemex) resentirá la mayor carga del ajuste, con una disminución de 100 mil millones de pesos en su presupuesto de 2016.

También el miércoles, el Banco de México aumentó en medio punto porcentual, a 3.75 por ciento anual, la tasa de interés de referencia. Con esa medida, tomada en una sesión extraordinaria de su junta de gobierno, el banco central eleva el premio a las inversiones en pesos, con lo que busca contener la pérdida de valor de la moneda nacional frente al dólar y evitar con ello un traslado de la depreciación a los precios que pagan empresas y familias por los bienes y servicios.

El ajuste de 3 a 2.5 por ciento en la previsión de crecimiento de este año está determinado fundamentalmente por un crecimiento menor al esperado de la economía de Estados Unidos y por el ajuste en el gasto del gobierno y de Pemex, explicó Rafael Camarena, analista de Santander. Unas cuatro décimas de la revisión del crecimiento se explican por la pérdida de dinamismo estadunidense y una décima por el ajuste del gasto interno, añadió.

El crecimiento de la economía en 2016 se apoyará en el gasto de los consumidores y la inversión de las empresas privadas, así como una mayor estabilidad en la producción de petróleo, apuntó.

Banamex comentó por su parte que el efecto neto del recorte del gasto de este año depende de la medida en que la inversión privada pueda sustituir el repliegue de la pública.

Las acciones conjuntas de política monetaria y fiscal deberían contribuir a reducir las presiones sobre los rendimientos de largo plazo. Puesto que las tasas de largo plazo son las relevantes para proyectos de inversión, el efecto neto sobre la actividad dependerá del alcance de los anuncios hechos por Hacienda y el banco central, y en días siguientes podrían contribuir a relajar las condiciones financieras, abundó Banamex.

El recorte del gasto del gobierno federal será de 32 mil 300 millones de pesos, según el anuncio de Hacienda del miércoles. Otros 100 mil millones corresponderán al gasto de Petróleos Mexicanos. En el caso de las dependencias gubernamentales, 60 por ciento (19 mil 380 millones de pesos) corresponderá a gasto corriente y el resto serán disminuciones en el gasto de inversión.

Joan Enric Domene, analista de Invex, expuso que por la reducción del gasto público de este año será revisada la previsión que ese intermediario tiene sobre el crecimiento, que es de 2.5 por ciento, aunque no lo hará en forma proporcional a la disiminución del presupuesto. Es probable, añadió, un ajuste adicional a la inversión privada ante un aumento de los costos financieros por las mayores tasas de interés.