De los 39 millones de personas que tienen servicios con cualquier institución bancaria en México, sólo 13.6 millones realizan operaciones a través de Internet debido a que existen factores de reticencia para su uso, como inseguridad, desconocimiento o falta de interés, señaló la consultoría The Competitive Intelligence Unit (The-CIU).

Destacó que aunque la tecnología ofrece diversas herramientas para facilitar las operaciones de los cuentahabientes, es prioritario que las instituciones bancarias garanticen la información sensible de sus clientes.

La consultoría refirió que en la actualidad el teléfono celular es la herramienta más accesible y de mayor uso para los usuarios de servicios bancarios, de los cuales 62 por ciento los usa para consultar saldos y movimientos, 46 por ciento para transferir fondos a otros bancos, 28 por ciento para realizar pago de servicios y 20 por ciento para pagar tarjetas de crédito.

Comentó el estudio Brújula Digital 2015, elaborado por Banamex, el cual destaca que entre 2014 y 2015 la población bancarizada en México creció 15 por ciento, e identifica que uno de cada cinco usuarios de servicios bancarios recurre a la banca por Internet.

Se debe proteger información

Sin embargo, a pesar de las elevadas tasas de crecimiento de la banca móvil, estos servicios son aún inaccesibles para un porcentaje significativo de la población, e incluso existen factores de reticencia al uso, tales como desconocimiento en 29 por ciento de los casos, 22 por ciento por inseguridad, y 12 por ciento por falta de interés, apunta.

La consultoría acotó que “en años recientes destacan los esfuerzos por realizar mejoras en torno la seguridad en el acceso (a las plataformas on line), la facilidad de uso, así como la estabilidad de éstas.

La relevancia de estos factores radica en la preferencia de los usuarios de aplicaciones de banca móvil por motivos como rapidez, comodidad, y facilidad en el uso ofrecidas.

Sin embargo, destacó, resulta prioritario para los bancarizados que cada institución cuente con las herramientas suficientes para asegurar la protección de información sensible de los usuarios, en razón de que pudiera recibir un mal uso por parte de terceros.