Seducir al público mediante coreografías de calidad es el leitmotiv de la compañía independiente Contempodanza, que con la dirección de Cecilia Lugo, celebra su 30 aniversario hoy y mañana domingo en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.

Entre viento y marea (1986-2016) es la propuesta que la agrupación dancística presentará, la cual está formada por las coreografías En la piel de mi memoria (2014), que habla sobre el presente prendido a un jirón del pasado, recuerdos que convocan a la distancia, y Arkanum (2007), que evoca una aventura por descubrir parajes ocultos del alma, un intento por desentrañar misterios y desnudar enigmas que habitan en forma de símbolo en las arcas de lo inconsciente.

Arte vs violencia

Cecilia Lugo, fundadora y directora de Contempodanza, asegura que hoy el arte se ha convertido en una posibilidad frente a la violencia que se vive en el país y el mundo. De ahí que formar nuevos públicos es una búsqueda del grupo.

“Contempodanza –añade la coreógrafa– se ha distinguido en estas tres décadas por ser una compañía de alto nivel técnico y artístico, con mucha creatividad e interpretación. Como creadora, en particular, no me interesa la frivolidad porque estoy convencida de que el arte no es sólo para entretener, sino también para transformar.”

Lugo, ganadora del premio José Limón que otorga el gobierno de Sinaloa, considera que mantenerse en el ámbito de la danza es difícil, sobre todo cuando la finalidad de su trabajo es llegar al corazón del espectador. “Sacarle una sonrisa al otro no es fácil, arrancarle una lágrima verdadera menos. Creo en el arte profundamente y en el poder conmovedor que tiene la expresión artística sea la pintura, la música, la danza, la literatura.

“Creo que ahora los artistas con mayor razón necesitamos comprometernos con el cambio, generar una transformación, que las personas después de una función salgan del teatro con una actitud diferente. Los creadores debemos tocar corazones porque la situación que se vive a escala mundial nos obliga a crear un arte de mejor calidad, realmente a comprometernos con lo que hacemos.

Estoy comprometida con el ser humano, con su sentir y su profundidad.

Cecilia Lugo fundó Contempodanza en 1986 y su primera presentación fue en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris. Ahora este año festeja su 30 aniversario en ese escenario, acompañada de algunos ex bailarines del grupo, como Isabel Beteta y Evangelina Osío, con quienes inició esa aventura.

Para la también directora de la Escuela Contempodanza, en la que ha formado a varias generaciones de bailarines, la juventud debe conocer a los grandes maestros, como Guillermina Bravo, que ya ocupan un sitio en la historia de la danza mexicana.

Al hacer una evaluación de lo que han sido esos 30 años, Lugo afirma que Contempodanza es un proyecto humano que cuenta con los mejores bailarines.

He aprendido el trato con el otro, el respeto hacia el compañero, a mis colegas, con los otros creadores. Se dice fácil, pero es difícil comprometerte con proyectos más allá de la cotidianidad.

La propuesta Contempodanza: entre viento y marea (1986-2016), por los 30 años de la compañía, se escenifica hoy a las 19 horas y mañana a las 18 en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris (Donceles 36, Centro Histórico).