La recaptura: reacciones encontradas
Reconocen el mérito del gobierno
Otros opinan que distrae de la devaluación
Amenazas a desplazados
Un año difícil
El Chapo, otra vez
Gobierno empata
Goliza financiera
evolución educativa. Hoy es la única posible para los mexicanos en el contexto de una guerra única
que ha abierto 2016 con fuerte olor a sangre y declaraciones presidenciales que son una burla para los ciudadanos. Falso que hay avances en materia de seguridad, progreso y economía. Falso que México va por buen camino. Falso que las reformas son para bien de todos.
a recaptura de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, efectuada ayer por integrantes de la Secretaría de Marina Armada de México en Los Mochis, Sinaloa, pone fin a uno de los episodios más bochornosos de las instituciones de seguridad del país y para la política oficial en materia de vigilancia y combate a la delincuencia organizada: la fuga de ese reo, ocurrida hace seis meses, del llamado penal de máxima seguridad de El Altiplano.
Nada que presumir con la detención de El Chapo, opina
n vez de presumir como logro la captura de El Chapo Guzmán, el gobierno debería disculparse con la sociedad por la falla de sus instituciones, la corrupción y la inexistencia de un verdadero estado de derecho. Un personaje como este sólo existe cuando hay un gobierno corrupto que lo deja enriquecerse y adquirir un poder como el suyo. Tres veces capturado, dos evadido de penales de alta seguridad, una riqueza que no fue tocada ni transparentada cuando fue capturado por segunda vez no es motivo para festejar, sino todo lo contrario. En un país donde el estado de derecho existiera realmente no habría cabida para la presencia de un personaje así.
n medio de una complicada situación económica para México, con un dólar que superó la barrera de 18 pesos y que amenaza con seguir a la alza por una guerra de divisas provocada por la devaluación del yuan chino; el crudo mexicano en precios mínimos que no se habían visto en 12 años, y constantes editoriales de la prensa internacional descalificando duramente al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, este viernes anunció triunfante la recaptura de Joaquín El Chapo Guzmán Loera.
éxico aún sin lograr realizar, como se anunció, el sueño de sus reformas estructurales
, se prepara para recibir al papa Francisco, acontecimiento de gran significado y trascendencia para la vida del país en esta hora, lo que ha despertado grandes expectativas.
e trata de una pregunta que debiéramos hacernos todos los mexicanos conscientes de los problemas sociales que enfrenta nuestro país, bien sea que habitemos en la ciudad de México o bien en alguna otra parte de su territorio, tomando en cuenta que nuestra economía está vinculada estrechamente con los precios internacionales del petróleo, lo cual representa sin duda un grave problema económico sin que el gobierno haya presentado una propuesta para superarlo.
uchos retos se superarían si las personas y las organizaciones se sometieran periódicamente a una revisión de sus actos y resultados, si tuvieran la capacidad para mirar hacia atrás con el fin de que las cosas se hicieran mejor. El proceso de revisión o evaluación podría iniciarse a nivel interno por la vía autogestiva y, posteriormente, escuchar la opinión externa, la más calificada posible, y de esta manera diseñar o ajustar los objetivos o metas futuras. No es fácil este esfuerzo, porque significa reconocer errores o carencias, menos aún acceder a que se hagan públicos cuando tienen cierto grado de impopularidad. La opción se inhibe también por el temor de ser aprovechado por los adversarios, y por tanto la vía más cómoda es evitar la crítica.
a estrategia empresarial-gubernamental para llevar a cabo la reforma a la educación es sencilla y lineal: rápida modificación constitucional, 2012; resistencia predecible y controlada en dos estados y aprobación de leyes secundarias, 2013; y arranque vigoroso de la reforma, 2014. Pero sigue atorada. Y no por incapacidad o imprevisión, sino por algo de fondo: es una estrategia que retoma una ciencia decimonónica, fincada en dos o tres variables (factores) que viene sustituida por enfoques mucho más complejos, dinámicos e interdisciplinarios. Pero en política la vieja ciencia no ha muerto del todo, y sigue orientando mucho del saber-hacer y del objetivo conservador (ley y orden
) de las burocracias y grupos sociales dominantes.
i no ocurre algún desacuerdo entre los principales partidos políticos, será un hecho que en febrero de 2017 la ciudad de México tendrá su propia Constitución. Al contrario de lo que algunos han sostenido, sí ha habido un sector de la ciudadanía que se ha interesado en este asunto desde tiempo atrás. Interés que se expresó en diálogos públicos en las universidades, publicaciones en los medios, entrevistas con legisladores, pronunciamientos de organizaciones sociales y civiles. Incluso en la elaboración de una iniciativa de reforma constitucional asumida por cuatro senadores de diversos partidos, quienes la presentaron formalmente al Senado en noviembre de 2013. Única iniciativa, por cierto, que, contrariamente a las reglas parlamentarias, no fue considerada en el dictamen que dio paso a la reforma de la Constitución General de la República para dotar de Carta Magna al hasta ahora DF. Algunos medios se interrogan sobre la utilidad que esto pudiera tener para el ciudadano común. La referida iniciativa de las organizaciones propuso tres asuntos fundamentales que han estado en la agenda de la ciudadanía: 1) la centralidad de la garantía de todos los derechos humanos como eje de la Constitución de la ciudad; 2) establecer los instrumentos de democracia directa y democracia participativa para la más amplia intervención ciudadana en los temas que le afecten, y 3) que el proceso de elaboración, discusión y aprobación del texto constitucional fuera en sí mismo participativo, desde la conformación del órgano que lo elaborara y discuta, hasta su aprobación final en un referendo constituyente. ¿Cuál sería entonces la utilidad? Ni más ni menos que la ciudadanía pueda definir el tipo de ciudad y de gobierno que convenga a sus intereses. Desafortunadamente esta esperanza está a punto de frustrarse por el temor a la profundización de la democracia que tienen los partidos representados en el Congreso federal, y por la cortedad de miras de los poderes que de facto intervinieron en la elaboración de las reformas constitucionales. El primer error cometido, que más bien habría que calificar de afrenta, es pretender tutelar a la ciudadanía de la capital, al introducir una absurda proporción de 60 por ciento de diputados constituyentes electos por la sociedad, y 40 por ciento designados por los poderes ya constituidos, llegándose al extremo de eliminar la división de poderes, al convertir a los poderes ejecutivos federal y local en legisladores constituyentes por medio de sus representantes. Seis de cada uno de ellos. Como consecuencia de este desatino, lo que se tendrá son grupos parlamentarios con dimensiones construidas artificialmente, y no como producto de la voluntad de los electores. Además, con la composición establecida por el Congreso para la asamblea constituyente, el partido gobernante en el país tiene asegurado, aunque los votos ciudadanos en la capital no le favorezcan, el grupo de diputados constituyentes más grande. De paso esta fórmula asegura de hecho que en los años venideros el tema dominante de la agenda electoral de la ciudad sea la construcción de la coalición legislativa, que en años posteriores pueda realizar los cambios en la Constitución de la ciudad de México, que el capricho federal le niega ahora. Situación absurda, si se supone que un texto constitucional es para el largo plazo. Pero no toda esperanza está perdida. Aún es posible rectificar para lograr que esta sea ocasión para consolidar la democratización de la vida pública, y con ella la construcción del bienestar de sus habitantes, y la legitimidad de las instituciones políticas. La fórmula de la rectificación es simple de enunciar: ciudadanizar el proceso de elaboración de la Constitución, lo cual se puede hacer en tres frentes simultáneos. 1) Persuadir a los partidos políticos y a los ejecutivos federal y local, para que en sus listas incorporen a especialistas y personas con liderazgo social, como lo expresaron diversas organizaciones en un desplegado publicado en La Jornada el 8 de diciembre para avanzar, en vez de retroceder, en la democracia participativa. Sabemos que en múltiples espacios académicos y sociales existen personas que reúnen las características mencionadas. Qué mejor que ellas fueran las opciones que tuviera la ciudadanía, y que se reforzaran con las designaciones que hicieran el Presidente y el jefe de Gobierno. 2) Influir en la elaboración del proyecto de Constitución. La reforma constitucional aprobada por el Congreso federal, en proceso de aprobación por los congresos locales, señala como facultad exclusiva del jefe de Gobierno elaborar el proyecto de texto que será discutido por la constituyente. De paso habrá que decir que es muy probable que buena parte de este texto se mantenga en la versión final, puesto que nuestro constituyente local tendrá escasos tres meses para conocer, discutir, consultar y aprobar la Constitución de la Ciudad. Este mandato de las reformas aprobadas no es lo mejor, pero también no hay que dejar pasar la ocasión para que la ciudadanía participe en la elaboración del mencionado proyecto. Ya el mismo día de la aprobación en el Senado de los cambios constitucionales, un senador le pidió al jefe de Gobierno abrirse a la participación ciudadana, y esta misma semana Miguel Ángel Mancera convocó a la ciudadanía a participar. Sin embargo, para que esta convocatoria sea efectiva, será necesario crear el instrumento y el método idóneos para que la creatividad social se exprese y sea realmente tomada en cuenta. Sabemos que en múltiples espacios partidarios de la sociedad civil y de la academia se están produciendo propuestas para el texto constitucional. Se requiere una instancia que a su vez cuente con participación de ciudadanos, y que de manera transparente y sujeta al escrutinio público encauce ordenada y eficazmente las iniciativas de la sociedad. 3) Se necesita también que la sociedad lleve adelante campañas informativas y deliberativas en todos los rincones de la ciudad, para que los ciudadanos hagamos nuestra la Constitución; y que se cree la coalición de fuerzas necesarias para impulsar las propias iniciativas sociales, con la capacidad para hacer pagar los costos de no abrirse a aquello en lo que nuestra ciudad es pionera: ampliar la democracia de México.
a historia de los BRICS es extraña. Comienza cuando Jim O’Neill, en ese momento coordinador de la gestión de activos en Goldman Sachs, la gigante casa de inversiones, escribió un artículo ampliamente comentado acerca de lo que hemos venido a llamar economías emergentes
. O’Neill destacó a cuatro países –Brasil, Rusia, India y China–, todos los cuales son lo suficientemente grandes en tamaño y territorio como para tener un peso notorio en el mercado mundial. Los llamó los BRICs.
más de dos años de la suspensión contra la siembra de maíz transgénico en México, las trasnacionales se desesperan y en el alud de argumentaciones de todo tenor –medias verdades, datos fuera de contexto o falseados, mentiras descaradas– Monsanto y Syngenta admitieron que con la siembra de maíz transgénico, habrá contaminación del maíz campesino nativo. En su rescate, Sagarpa afirma cínicamente que la contaminación transgénica será buena para el maíz nativo, aunque admite que la presencia de transgenes persistirá por varias generaciones y que esto modificará
el entorno.