Celebra 50 años del documento Nostra aetate
Lunes 9 de noviembre de 2015, p. 49
La declaración Nostra aetate (Nuestro Tiempo), escrito trascendental de las relaciones judeocatólicas, en el que se deploran los odios, persecuciones y manifestaciones de cualquier tipo contra los judíos, es hoy más que nunca vigente y necesario
, sostuvo el cardenal Norberto Rivera Carrera.
El prelado e integrantes del Comité Judío Americano (AJC) encabezaron ayer un acto por la tarde en la Catedral Metropolitana, para celebrar el 50 aniversario de dicho documento, al cual asistieron sacerdotes, ministros, y miembros de las iglesias católica y judía.
En el encuentro se reconoció el fortalecimiento de las relaciones entre las dos religiones.
Rivera Carrera señaló que la referida declaración fue promulgada en el Concilio Vaticano Segundo y abrió las puertas al diálogo y las relaciones de la iglesia católica con otras religiones. Además permitió salir al encuentro de los hermanos
y abrirse a la interrelación con otras religiones, como la judía.
Puntualizó que desde su arzobispado ha buscado el acercamiento con esa comunidad y la comunicación entre quienes profesan los dos credos.
En esta conmemoración estuvieron presentes el nuncio apostólico Christophe Pierre; Jonathan Peled, embajador de Israel en México; David Rosend, director internacional de asuntos religiosos del AJC; David Inlander, del Comité Interreligioso del AJC, y Tom Kahn, presidente del Instituto Latinoamericano, entre otros
El cardenal hizo referencia al papa Francisco y dijo que se alegraría de estar en ese acto, pero que pronto lo hará en su visita apostólica, que realizará en febrero próximo a México.
Al respecto, el embajador de Israel en México habló de que el papa Juan Pablo II visitó la gran sinagoga de Roma, abriendo con ello el soñado y camino de reconciliación entre las dos iglesias; se establecieron relaciones con el Vaticano y se inició el diálogo interreligioso.
Mensaje de paz y esperanza
Por otra parte, en su homilía del domingo, Rivera Carrera se refirió a una oración que se repartió entre los asistentes en la que se da gracias a María de Guadalupe por la visita del Papa, se reza por él y para que los mexicanos sepan abrirse a su mensaje de esperanza y de concordia.
En la misa oró por el recién designado rector de la UNAM, Enrique Luis Graue, y por el de la Universidad Anáhuac, Cipriano Angel Sánchez García.