Mazatlán, Sin.

En algunas partes se enfrentan resistencias a los cambios promovidos por el gobierno federal, pero vale la pena reconocer que en la gran mayoría del país, las reformas van y se están concretando, se están materializando, aseguró el presidente Enrique Peña Nieto.

Pidió a los mexicanos: no tengamos temores.

Y los convocó a refrendar la confianza en sí mismos, a estar conscientes de su capacidad de construir y de hacer, como ha ocurrido en el pasado, cuando tenemos fe y confianza en nosotros mismos; cuando sabemos de nuestras capacidades y cuando, al final de cuentas, tenemos una visión positiva y optimista de lo mucho que podemos lograr.

Con la entrega de los 31 kilómetros del libramiento de Mazatlán, concesionado al capital privado y cuyo costo fue de mil 850.4 millones de pesos, el jefe del Ejecutivo concluyó ayer una gira de dos días por el occidente del país, donde entregó obras carreteras.

Peña Nieto lució de buen humor. La víspera, en Lagos de Moreno, admitió haberse confundido con un trabalenguas que él mismo quiso construir a propósito de la vecindad de Jalisco y Guanajuato.

Y ayer, cuando a propósito de la rendición de cuentas sobre las obras de su gobierno y sus palabras salidas del corazón el gobernador Mario López Valdez habló del creciente número de trasplantes multiorgásmicos (por multiorgánicos), el mandatario, quien como es usual cerró la ceremonia, le dijo:

Gracias, además, por haberse delatado aquí, señor gobernador, porque el que hambre tiene, en pan piensa. Y seguramente eso fue lo que ganó ese dislate. Ahí se lo van a colgar. Pero es de humanos errar y equivocarse. Hay que entenderlo así, si no, no seríamos humanos, y así nos pasa a todos alguna vez. Pero no por ello hay que pensar en el pan. ¡Me refiero al de la comida, señor. Los asistentes festejaron con risas y aplausos.

Ya en materia, Peña Nieto, entre cuyos escuchas tenía al empresario Carlos Slim Helú, algunas de cuyas empresas han caído en el ámbito de la nueva ley de telecomunicaciones, señaló que México ha mejorado en el aprovechamiento y democratización de las tecnologías de la información.

Citó un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, porque con las nuevas leyes en la materia, indicó, se abren espacios para la participación de los empresarios mexicanos para explorar y participar en nuevas industrias y ámbitos del desarrollo económico, particularmente en las telecomunicaciones (y) en el sector energético, donde México será más competitivo.

Reivindicó, además, el sentido de la política y de los cambios económicos experimentados por el país en las pasadas cuatro décadas. A partir de los años 70, dijo Peña, hubo apertura política, se reconoció la pluralidad, la diversidad de pensamiento, de proyectos e ideologías, para que fuéramos encontrando mayor presencia y consolidación de nuestra democracia y hubiera competencia ante la sociedad cuando ésta debe tomar una decisión.