La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) rindió homenaje a José Revueltas, con motivo del centenario de su nacimiento y el 39 aniversario luctuoso del escritor, activista político y guionista cinematográfico.

En un comunicado, la casa de estudios informó sobre el homenaje, en el cual el rector José Narro Robles describió al escritor como activista, agudo, creador, crítico, generoso, indispensable, liberador de conciencias, luchador empedernido, novelista de la verdad y la existencia, pintor de la injusticia y de la lucha contra aquélla, realista, rebelde, solidario, soñador y universitario.

Se le puede recordar por sus contribuciones a la libertad y la búsqueda de justicia, así como por su enorme y singular capacidad para aportar en la construcción de utopías. Nuestro reconocimiento para él, por su labor, y nuestro recuerdo permanente para el creador, el luchador, el libertario y el gran universitario, dijo Narro.

José Maximiliano Revueltas Sánchez (Santiago Papasquiaro, Durango, 20 de noviembre de 1914-ciudad de México, 14 de abril de 1976) abordó las letras en todas sus aristas: periodismo, cuento y novela; hizo adaptaciones y guiones para cine y crítica de arte; escribió poesía e incursionó en la teoría política y la filosofía.

Ese acto, efectuado en la sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario, contó con la presencia de la poeta, pintora, escultora y nieta del homenajeado, Gilda Cruz Revueltas, quien recordó que su abuelo, de espíritu apasionado, luchó por sus ideales.

Fue valiente como pocos, un hombre íntegro, brillante; amó profundamente a su país desde sus raíces, con sus terribles claroscuros, que también fueron los suyos.

Ganador de los premios Xavier Villaurrutia y Nacional de Literatura, Revueltas tenía un carácter de extremos: por un lado, fue un idealista optimista que estaba convencido de que algún día habría justicia en la Tierra, y por otro, fue un hombre que se sumía en la profunda tristeza que el dolor de la injusticia y de la inhumanidad le causaban, comentó su nieta.

Ese dramatismo, consideró, se expresó con claridad en su literatura, en los guiones y adaptaciones que escribió para cine.

Roberto Escudero Castellanos, filósofo y amigo del escritor sentenció: Revueltas, nunca hubo un nombre propio tan bien puesto. Este homenaje se hace con él y tal vez contra él, porque no era un escritor que buscara laudos, pero el caso es que de éste no se salvó.

Fue un comunista cabal y así escribió un libro que no tiene desperdicio, Ensayo sobre un proletariado sin cabeza, 1962, especie de guía teórica para los militantes de la Liga Comunista Espartaco.