Colima, Col.

La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) aceptó su responsabilidad en el caso de Rafael Galindo Martínez, enfermero de 36 años a quien policías le destrozaron la rodilla a macanazos cuando agentes estatales preventivos lo detuvieron en noviembre de 2013; sin embargo, ni castigan a los agresores ni pagan los gastos médicos.

El lesionado solicitó la intervención del gobernador Mario Anguiano y denunció que por el deterioro de su salud recibe menos de la mitad de su sueldo y las autoridades se niegan a pagar más de medio millón de pesos que ha gastado en su convalencenciañ además no puede contribuir totalmente en los gastos de sus tres hijos.

En entrevista, el agredido relató que fue detenido en la feria de Colima cuando intentaba separar a un amigo que estaba en una riña. “La policía estatal me detuvo con violencia, dándome macanazos en la rodilla, la cual me fracturó (…) entraron a golpes, no supe ni cómo, me esposaron me tiraron al suelo y todavía me sacan arrastrando, les pedí ayuda, y a ellos no les importó”.

Debido a las lesiones, fue necesaria una cirugía de urgencia. Posteriormente interpuso una denuncia penal contra los policías que participaron en la detención –que no han sido sancionados por su conducta– y una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos que a más de un año, no ha prosperado.

Pedí ayuda al gobernador (Mario Anguiano Moreno), le he mandado cartas, todos me han bloqueado, no me han pagado nada, tengo 15 meses gastando de mi propio dinero, tengo tres hijos y quiero que me paguen los daños.

Galindo será sometido a otra cirugía reconstructiva el 14 de abril. Sin embargo, los médicos le han dicho que su rodilla no se recuperará totalmente ni podrá caminar sin apoyo de una muleta. Me espera un año más de incapacidad, de gastos médicos, soy enfermero y estoy trabajando según mi capacidad porque no me puedo desempeñar al cien por ciento y quiero la atención de las autoridades, enfatizó.