Les ganó Gutiérrez
El priísmo local, sin brújula
La PGJDF, aún sin pistas
l líder nacional del PRI, César Camacho Quiroz, no tuvo más remedio que aceptar cuando menos dos realidades: la primera, que la única estructura que le funciona a ese partido en el DF es la que rescató Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre de los muchos años de abandono por las cúpulas de ese instituto político; y la segunda, que la Procuraduría General de Justicia del DF no encuentra nada que pueda considerarse un delito probado en contra del ex líder del tricolor en la capital, lo que no resta horror a su trato con las mujeres que contrataba, comportamiento que mereció su salida de la presidencia de esa organización en la ciudad de México.
César Camacho, que a botepronto ya había condenado a Gutiérrez de la Torre, porque entre otras cosas ignoraba la situación de su partido en la capital del país, frente a la realidad casi ha declarado la inocencia de Cuauhtémoc, y no sólo eso: ha cedido frente a las demandas del grupo del llamado príncipe de la basura, para colocar a sus fieles –a los de Gutiérrez– en algunos puestos seguros
para la competencia electoral que se avecina.
La cúpula priísta en la capital se dio cuenta de los grandes huecos que tiene en todo el Distrito Federal, y de que tal vez esta, la elección que viene, sea la única o la última oportunidad que se genere para que su partido logre una presencia importante en la ciudad de México, y que esta gran oportunidad se les puede ir de las manos por completo.
Debido a las acusaciones en contra de Gutiérrez, las encuestas, nos dicen, han reflejado números menores a los que se pensaba en toda la ciudad, pero el grupo firme, el de mayor nivel de participación en este momento, sigue siendo el del ex presidente de ese partido en el DF, quien tampoco deja de realizar cualquier marrullería que se le ponga enfrente.
Y es que nadie en el PRI, o fuera de él, ignoraba los pasos de Cuauhtémoc. Los grados de complicidad que cada quien tenía con el personaje podrían hacer las diferencias, pero de que Gutiérrez de la Torre mostraba a todos el grupo de edecanes que contrataba es imposible negarlo. Es muy probable que exhibir esas contrataciones
fuera parte de la idea de poder que ese personaje quería lucir.
Pero todo eso no significa, no para la PGJDF, que el priísta hubiera cometido un delito; por eso, desde hace meses, en la dependencia se busca dónde hallar los elementos probatorios de un ilícito que pudiera llevar a la cárcel a Gutiérrez. A ello se debe la tardanza en dictar un fallo, aunque hay quienes aseguran que en la procu nunca se hizo nada que pudiera arrojar elementos de prueba en contra del priísta, es decir, nunca hubo una investigación del tamaño que requería un asunto tan delicado como el de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, que muy pronto podría regresar al PRI bien cobijado por la manta de impunidad que se ha ido tejiendo en su favor. ¡Viva la justicia!
De pasadita
Y ya que hablamos del águila que cae, no podemos dejar de pensar en la delegación que lleva ese nombre, el de Cuauhtémoc, aunque nada tenga que ver con el personaje, porque ya se inauguró, parcialmente, el parque México en su remodelación
, que francamente más parece un buen pretexto para gastar los dineros de la gente que una obra importante, sobre todo cuando meses antes ya se habían realizado modificaciones que fueron destruidas para realizar las nuevas, pero que también costaron. Y qué decir de la llamada glorieta de la Cibeles, que en menos de un año sufrió un par de remodelaciones innecesarias, pero costosas, mientras las calles de colonias como la Hipódromo o la Roma, o cualquier otra, se encuentran llenas de baches que se han eternizado y cada vez son más grandes y peligrosos, y desde luego no hay quien los desaparezca. ¿Por qué será?