l escritor Albert Camus apuntó que todo lo que sabía de la vida se lo debía al futbol. Portero antes de convertirse en novelista, el francés de origen argelino (como Zinedine Zidane) escribió: pronto aprendí que la pelota nunca viene hacia uno por donde uno espera que venga, lo que fue una premisa de vida.

Lo anterior, a propósito de una semana futbolera en la que los porteros fueron protagonistas.

Miguel Herrera –a quien por ahora todo se le perdona por salvar el boleto a Brasil 2014– parece que se volvió a tropezar con la misma piedra de los porteros al dejar escapar a William Yarbrough. Para el Mundial, el técnico borró a Moisés Muñoz, quien fue el baluarte del único título que puede presumir el Piojo.

Ya se sabía que la titularidad iba a ser disputada entre Guillermo Ochoa y Jesús Corona, así que el tercer guardameta sólo iría de paseo a Brasil. Y el Piojo optó por Alfredo Talavera, un arquero también confiable, pero de nivel similar al ex Gordo Muñoz, a quien en esta semana el América valoró en su real dimensión.

Los guardavallas se forman con gran dosis de tiempo, goles y errores, y Hugo González cometió yerros de novato que se juntaron con una grave fragilidad defensiva de las Águilas para llevarse humillantes 3-0 ante Herediano de Costa Rica y 4-0 frente al Veracruz.

Y entonces se empezó a mencionar que Gustavo Matosas tiene la guillotina sobre el cuello, pero costó mucho llevarlo a Coapa y por lo menos se quedará un año.

Para las Copas América y Oro, el Tri necesitará seis arqueros y parecía que en esa cifra tan grande Yarbrough encontraría un lugar. Pero Herrera ni caso le hizo, por lo que Jürgen Klinsmann de inmediato lo llamó para la selección estadunidense.

En el anterior ciclo mundialista el alemán hizo lo mismo con otros elementos de doble nacionalidad, a los que excluyó de la nómina final. Eso podría pasar con el arquero del León, hijo de misioneros estadunidenses nacido en Aguascalientes, pero por lo menos ya se lo quitó al Tri, lo mismo que al americanista Ventura Alvarado.

Jesús Corona vivió días difíciles. En un extraño acontecimiento al parecer preparado por alguien de adentro del club, a la violenta barra Sangre Azul le abrieron las puertas de La Noria para que denostara al técnico Luis Fernando Tena y a los jugadores. Chuy salió a la defensa, por lo que durante el triunfo del sábado en el estadio Azul sobre los líderes Xolos fue insultado por esos porristas.

Resulta preocupante lo sucedido en el campamento celeste. Se trata de la primera vez que los barristas entran a la sede de un club. Sólo fueron unos 12 integrantes, pero el ejemplo podría cundir. Es tiempo de que los dirigentes frenen al Frankenstein que ellos mismos crearon o pasará lo que en Sudamérica.

Un meta (también llamado golero) que se está ganando aplausos es Alfredo Saldívar, en su primera temporada con los Pumas, puesto al que llegó debido a la lesión del Pikolín Palacios. El novato es el único del plantel que suma todos los minutos jugados y ya son varios partidos en los que se convierte en uno de los mejores del equipo. La juventud le cobrará alguna factura, pero el Pollo se muestra como un digno representante de la cantera auriazul.

Después de cuatro caídas al hilo, los universitarios suman tres victorias consecutivas, ya dejaron los últimos lugares y sueñan con la liguilla, además de que con Eduardo Herrera festejaron el regreso al Tri luego de dos años de ausencia.

Con menos reflectores, pero Melitón Hernández también ha sido fundamental para el sorprendente accionar de los Tiburones de Carlos Reinoso, mientras Cirilo Saucedo ya suma varias temporadas como pieza fundamental de los líderes Xolos. Ambos sí estarán en el Tri, de acuerdo con lo dicho por Herrera.

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