Afecta no sólo a bienes materiales, sino simbólicos y de poder
No es la misma que hace un siglo o 50 años, asevera en coloquio
Sábado 21 de marzo de 2015, p. 34
Las desigualdades sociales que enfrentamos en nuestros países, regiones e, incluso, de forma global se han ampliado. Hoy los ricos son más ricos y los pobres más pobres. Tenemos una polarización muy fuerte. Las distancias se han ampliado, no sólo en el acceso a bienes materiales, sino también simbólicos y de poder
, afirmó Lorenza Villa Lever, especialista del Instituto de Investigaciones Sociales y coordinadora del quinto Coloquio de Verano Movilidad Social y Desigualdades Interdependientes.
En entrevista previa a la clausura del encuentro, que reunió a expertos en disciplinas sociales de más de 10 países de Europa y América Latina, destacó que es necesario determinar cómo se han ido reconfigurando las desigualdades en nuestras naciones, pero también a escala regional y global, pues –puntualizó– no son las mismas que hace un siglo o 50 años: estamos enfrentando nuevos escenarios
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Actualmente, dijo, tenemos instituciones del Estado que antes no existían, como el Seguro Social, la educación pública y otros organismos que se crearon para tratar de atender las demandas de abatir la desigualdad. Sin embargo, indicó, cabe preguntarnos si efectivamente han servido para que las diferentes clases de ciudadanía que se han creado puedan acceder de forma efectiva a bienes materiales y simbólicos.
Tras concluir los trabajos del coloquio, en el que se abordaron temas sobre desigualdad en educación, conocimiento, migración, ciudadanía, género y espacios urbanos, destacó que hay nuevas fronteras de las desigualdades, como el ejercicio de la democracia o la libertad de expresión, que debemos considerar para reconocer cómo se han ido modificando
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Villa Lever, experta en el estudio de la educación, destacó sobre los libros de texto gratuitos que se habla de la desigualdad en las cuatro generaciones de textos que se han elaborado hasta el momento. Es decir, si analizamos su contenido, podemos detectar que tanto en los libros producidos en los años 50, 70, 90 y los que actualmente están en las aulas, se habla de que México es un país desigual, que se está trabajando en ello, pero no se ha logrado vencer
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Por ello, reiteró, es necesario ver cómo ha cambiado la desigualdad en México y cuáles son los nuevos contextos en que podemos identificarla
. Citó por ejemplo la educación superior, en la que consideró que deben crearse nuevas categorías de análisis que ayuden a problematizar este fenómeno y no limitarse a considerar las diferencias entre instituciones públicas o privadas, pues dentro de ella vemos que existen otros muchos elementos como la pertenencia a un determinado estrato socioeconómico, de género y de diversidad, que también pueden reflejar la desigualdad
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