l escenario de las nuevas políticas, en relación con los combustibles fósiles, está marcando una trayectoria muy clara para los expertos de la Agencia Internacional de Energía (AIE), que se basa en una implementación cautelosa que se afirma en la interpretación de algunas empresas de más que definen características de los mercados de la energía, las cuales no han sido tomadas formalmente, lo cual, incluso en el caso de que así se despliegue, no es inevitable que se registre en los hechos.
Las afirmaciones y sus bases en las líneas expresadas por las autoridades en la opinión pública, y entre ellas, con ciertas reservas, se dan a conocer en el importante libro que anualmente, en unas 700 páginas, apoyadas por el prestigio propio y así como una pléyade de expertos y de consultores independientes, entre los que también se encuentran en despachos muy respetables en todo el planeta. En este anuario, bajo el nombre de W orld Energy Outlook 2014, cada noviembre, lanza a la circulación a todo el mundo la nueva edición que publica información propia, constituye una muy respetable y necesaria información, la que es respaldada por las más conocidas universidades, de gran seriedad y por los centros oficiales patrocinados por empresas de las que tenemos que aplaudir que consoliden sus utilidades con base en las investigaciones que hacen en el terreno de la ciencia y la tecnología y en buena hora que esto así es.
Quisiera, de verdad, lo haría con gran gusto, satisfacción y orgullo, poder decir que Petróleos Mexicanos (Pemex), por ejemplo, el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) hace todas las investigaciones que debe hacer y que puede hacer y luego aplica los resultados como debe hacerlo. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) hace más investigación científica que Pemex, y no sabría decir si en términos comparativos se cumple lo que se dice mucho, que si en el término de la aplicación al de la difusión hace, junto con Pemex, tanto por México, por ellos mismos, por los trabajadores y los empleados como podría hacerlo en mayor escala en la juventud hacia dentro y fuera de las propias instituciones.
La tasa de crecimiento de la población es también un factor sumamente importante para decidir la clase de combustibles y lubricantes que deseamos producir, pues si nos gana el crecimiento de desarrollo de automóviles, dentro de este sector, hay necesidades de bajos contenidos de plomo, o bien si se trata de orientar el desarrollo de la producción de autos compactos para vehículos de menor tamaño, dentro del sector hay muchos factores que deben ser atendidos, para asimismo construir la clase apropiada para luego diseñar las más productivas y que se hagan, según el tipo de maquinaria que a su vez se deberá instalar allí; y lo mismo se contruyan con los precios y el número adecuado los camiones de carga. Se requiere, con la vista puesta en el crecimiento de la economía nacional, determinados vehículos que demanden carreteras y comunicaciones de diversas categorías de equipo mecánico y técnicos con preparación y necesidades muy diversas.
En fin, si el objetivo es el desarrollo del país, y creemos que de ninguna manera puede ni debe ser otro, los objetivos y las finalidades deben ser también desde el componente humano, primordialmente para atender las aspiraciones sociales más representativas. Todo lo demás deberá subordinarse al bienestar social y a su progreso, y en esto, como seguramente estaremos de acuerdo muchos hombres, mujeres y niños, el desarrollo es un objetivo primario. Y la mejoría, el crecimiento, desarrollo y progreso de la generación de energía es absolutamente la finalidad que, indiscutiblemente, se ha de establecer y considerarse de urgente y obvia atención, y unir a los hombres, a los seres humanos de todo el mundo, sin dejar de considerar que no será en ningún caso sustituible, bajo ninguna acción contraria, ni propósito, la capacidad para hacer la guerra, sino en todo caso, indiscutiblemente para la paz.