Investigadores mexicanos instalaron un detector que aumenta la escala de choque de protones
Luego de dos años de estar apagado, se espera que el LHC logre un bosón de Higgs de forma más pura y que aporte datos sobre la física difractiva
Grandes logros tecnológicos ya benefician a la población, como el sistema de almacenamiento virtual y las radiografías a color
Sábado 7 de marzo de 2015, p. 2
Falta poco para que el Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés) vuelva a funcionar. Luego de dos años de estar apagado por mantenimiento, incrementará su potencia casi al doble al pasar de 8 a 13 tera-electrón-volts, energía con la que los científicos esperan abrir nuevos horizontes en la física y estudiar más a fondo las partículas que ayuden a entender el origen del universo.
En conferencia de prensa, investigadores del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav) comentaron que a partir de ese incremento de energía, el LHC podrá obtener hasta 40 millones de imágenes por segundo, con lo que será posible buscar partículas predichas en teorías físicas, y con ello explicar fenómenos relacionados con la materia oscura, antimateria y otras incógnitas.
Los investigadores Gerardo Herrera Corral, Ildefonso León Monzón, Iván Heredia de la Cruz y Eduard de la Cruz Burelo explicaron que durante esta nueva etapa del LHC, que durará tres años, se harán chocar protones cada 25 nanosegundos, con lo que esperan obtener el bosón de Higgs de forma más pura.
Esta nueva escala de colisión ayudará a estudiar teorías físicas como la difractiva y la asimétrica. Para ello, los científicos mexicanos han desarrollado nuevos detectores.
Protones en interacción
Gerardo Herrera Corral (Cinvestav) e Ildefonso León Monzón (Universidad Autónoma de Sinaloa) diseñaron un detector (AD) que ya fue instalado en ALICE (Gran Experimento de Colisionador de Iones) del LHC, con el propósito de buscar nueva información en torno a la física difractiva, relacionada con la interacción entre protones que produce radiación sin perder sus características.
La nueva corrida del Gran Colisionador está precedida de grandes logros no sólo en materia científica, como es el caso de la reproducción del bosón de Higgs, sino también de aportes tecnológicos que ya benefician a la población general o están a punto de hacerlo.
Es el caso de los sistemas de almacenamiento virtual conocidos comúnmente como la nube
o un software para teleconferencias con un uso limitado de banda ancha, los cuales nacieron gracias a necesidades de los científicos del Gran Colisionador de Hadrones.
Otro producto tecnológico surgido a partir de experimentos desarrollados en el LHC es la radiografía a color, que puede ser de gran utilidad en el sector médico, y que actualmente está en fase de pruebas para que en breve pueda beneficiar en el diagnóstico de enfermedades
, señaló Gerardo Herrera Corral.
En el caso de los desarrollos nacionales, para el detector instalado en el experimento ALICE, los científicos mexicanos crearon una nueva técnica de polimerización para obtener el plástico centellador utilizado en el detector AD, que fue patentada ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial.
En ALICE y en el detector Compact Muon Solenoid (CMS) colaboran más de 60 mexicanos, entre investigadores y alumnos de maestría o doctorado. Incluso uno de los estudiantes del Cinvestav que participa en el LHC, Alberto Hernández Alamada, fue uno de los siete becados por el premio Fundamental Physics Prize, lo que demuestra el nivel de los científicos nacionales.