Como una alternativa para las familias de escasos recursos que habitan en comunidades rurales sin abasto de agua potable en el Distrito Federal, la Secretaría de Ciencia y Tecnología comenzó la instalación de un sistema de captación de lluvia, bautizado como Tlaloque, que permite almacenar el líquido y, a través de diferentes filtros, se vuelve óptima para uso doméstico.

El agua se puede utilizar para bañarse, limpiar la casa, lavar trastes y ropa, incluso para tomar, si se agrega un filtro más. Con esta opción se puede resolver el desabasto durante siete meses al año, afirmó Enrique Lomnitz, integrante de la organización civil Isla Urbana, que impulsa este proyecto con el apoyo de la dependencia capitalina.

En las precarias casas del paraje Huacahuasco, en la parte alta de la delegación Xochimilco, la única manera para abastecerse es con pipas, por lo que la familia de Pablo Hernández decidió participar en el proyecto, que busca repetirse en otras delegaciones como Milpa Alta y Tláhuac.

Me echo dos viajes al día, dos o tres veces a la semana al pozo que está a 15 minutos en vehículo. Con garrafones acarreamos el agua y llenamos un par de tambos de 200 y 100 litros. Otras veces compramos el tambo a 130 pesos. Hay un señor que tiene su camioneta y ofrece ese servicio. Quienes tienen cisterna compran la pipa a 800, refirió.

El paraje, habitado por familias de escasos recursos desde hace más de 25 años, aún tiene sus calles sin pavimentar, no hay drenaje y tampoco visos de que contará con red hidráulica en el corto plazo.

Durante la instalación de siete equipos, Lomnitz detalló que el Tlaloque es un contenedor que separa la parte más contaminada de cada aguacero, los cuales se captan mediante canaletas en el techo, y después se drena automáticamente.

Cuando el Tlaloque se llena a cierto nivel, un flotador interno tapa la entrada, y ese primer volumen se queda ahí atrapado. Después el flujo de agua más limpia va directo a la cisterna o tinaco, donde recibe una serie de tratamientos y pasa por filtros. El último de ellos, es de carbón activado, que detiene cualquier sólido o residuo orgánico y que debe cambiarse una vez al año con un costo de 200 pesos.

Con la aplicación de este sistema, junto con la Secretaría de Ciencia y Tecnología se busca crear la primera zona en México donde se aplica la captación de lluvia como una política pública o un sistema de urbanismo sustentable, en respuesta o parte de la solución a la crisis de agua, resumió.

Para este proyecto la dependencia capitalina tiene prevista una inversión de 8 millones de pesos. En una primera etapa, antes de que se inicie la temporada de lluvias, se prevé instalar 55 Tlaloques en Xochimilco, Milpa Alta y Tláhuac.

Los beneficiados sólo aportan un monto simbólico de mil pesos cuando tienen cisterna y de 3 mil 500 pesos si se debe aportar el tinaco. El equipo, incluido el material, la mano de obra y seguimiento tiene un costo entre 10 mil y 19 mil pesos.