El nivel del dominio del español entre los jóvenes de primer ingreso a universidades públicas y privadas también está relacionado con su situación socioeconómica familiar, según el estudio Habilidades lingüísticas de los estudiantes de primer ingreso a las instituciones de educación superior. Área metropolitana de la ciudad de México.

Si bien no hay diferencias significativas en la comprensión de la lengua materna mexicana, quienes tienen una posición económica más favorable presentaron ciertas ventajas, de acuerdo con Irma Munguía, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Iztapalapa, y una de las académicas participantes en el estudio.

Dicha situación, señaló, ocurre debido a que quienes provienen de familias con mayores recursos tienen la posibilidad de conocer la gramática de otros idiomas, pues han estudiado varios, y en muchos casos en su núcleo familiar se tiene el hábito de la lectura.

Los resultados del análisis de cuatro años –realizado por académicas de varias universidades, a petición de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, y que se aplicó a 4 mil 351 estudiantes de nuevo ingreso en 11 planteles –siete públicos y cuatro privados–, revelan que si hubiera que dar una calificación de uno a 10 en comprensión de lectura, los jóvenes tendrían 5.9; en tanto que en una escala de cero a 100, alcanzan 49.5 puntos en el tópico llamado conciencia lingüística o dominio del español.

El estudio también muestra los resultados por cada una de las universidades, y los resultados con niveles medio alto y alto en comprensión de lectura y auditiva, producción escrita y conciencia lingüística del español se dieron entre los jóvenes que ingresaron al Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y al Centro de Investigación y Docencia Económicas (Cide), con 97.4 y 94.9 por ciento, respectivamente.

En tanto, en instituciones como las universidades Autónoma Metropolitana (UAM) y Pedagógica Nacional (UPN), el Tecnológico de Estudios Superiores de Ecatepec (TESE) y la Universidad Intercontinental (UIC) –esta última de paga–, más de 60 por ciento de los jóvenes de nuevo ingreso obtivieron un desempeño debajo de la media.

En tanto, en las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM), Iberoamericana (Uia) y Anáhuac (UA), así como en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), el puntaje en los niveles medio y bajo va de 31 a 44 por ciento.

La medición por escuela es la siguiente: Anáhuac, 13.3 por ciento de quienes ingresaron en el año de aplicación del estudio –entre septiembre y noviembre de 2011– presentaron nivel deficiente en la comprensión del español, 29.8 medio, 41.3 medio alto y 15.6 alto; en el Cide los porcentajes en el mismo orden fueron 1.7, 3.4, 32.8 y 62.1; en la ENAH, 6, 24.9, 41.8 y 27.4; en el INBA, 9.8, 25.1, 41.3 y 23.8.

Los estudiantes de primer ingreso al ITAM fueron los únicos que no mostraron un nivel de desempeño deficiente, 2.6 de ellos se colocó en nivel medio, 31.6 en medio alto y 65.8 en alto; los números para el TESE fueron 49.8 deficiente, 40.2 medio, 9.6 medio alto y sólo 0.4 alto; en la UAM los resultados fueron 18.6, 42.4, 31 y 8 por ciento; en la Uia, 10.8, 34.5, 38 y 16.7; la UIC es la más baja de las escuelas particulares, con 26.6 en deficiente, 42.2 en medio, 25.3 en medio alto y 5.8 alto.

En la UNAM, 5.2 por ciento de los jóvenes de nuevo ingreso se colocaron en nivel deficiente, 30.5 en medio, 43.5 en medio alto y 20.8 en alto; en tanto que en la UPN los resultados fueron 16.3, 49.7, 27 y 7 por ciento, respectivamente.