Un tercio de la población en México sabe que una excesiva exposición a los rayos solares es factor de riesgo para desarrollar cáncer de piel, pero sólo 3.5 por ciento utiliza protector. Aunque la investigación en el país sobre el tema es escasa, especialistas integrantes de la Federación Mexicana para la Dermatología (FMD) advirtieron la importancia de prevenir la acumulación de daños en la piel. El dermatólogo Marco Antonio Navarro afirmó que 70 por ciento de la afectación por radiación solar se da entre los 18 y 20 años de edad.

Dijo que así como se inculcan otros hábitos, el del cuidado de la piel debe ser uno más. De no hacerlo, con el paso del tiempo las afectaciones por exposiciones prolongadas a los rayos solares y sin protección se manifiestan con manchas, algunos tumores conocidos como queratosis solares, arrugas y, en casos graves, cáncer. Detalló que esta neoplasia representa 15 por ciento de los tumores malignos que afectan a la población.

El especialista subrayó la importancia de proteger la piel desde la infancia para disminuir hasta en 75 por ciento el riesgo de presentar cáncer en la edad adulta.

En conferencia de prensa con motivo del Día Nacional de la fotoprotección (16 de marzo), la dermatóloga e internista Julieta Ruiz Esmenjaud aclaró que el organismo necesita recibir los rayos solares, pero sólo 10 minutos para asimilar la vitamina D. Ésta ayuda a la absorción del calcio, el cual, a su vez, es junto con el fósforo un mineral esencial para la formación normal de los huesos.

El problema sobreviene cuando los individuos caen en la sobreexposición. Resaltó que aun en días nublados, 80 por ciento de los rayos ultravioleta están presentes. Por eso las personas deben usar sombreros, gorras, ropa de tejido cerrado, de manga larga y, sobre todo, evitar salir al sol entre las 10 y las 16 horas.

Mencionó, asimismo, que en la temporada de primavera la exposición es mayor; sin embargo, las medidas de protección se deben aplicar a lo largo del año.

Laura Juárez Navarrete, presidenta de la FMD, insistió en que la afectación de las células de la piel a causa de la radiación solar permanece en el tiempo y es acumulativa. De ahí la importancia de la prevención.