El rinoceronte blanco del norte, de los que se podrían salvar de la extinción con ese material
Resguarda tejidos de más de 10 mil ejemplares de arriba de mil especies y subespecies
Jueves 12 de febrero de 2015, p. 3
Escondido, California.
Cada vez que muere un animal en peligro de extinción en el Zoológico de San Diego, los investigadores se movilizan, sin importar la hora, para sacarles óvulos o esperma, tal vez un pedazo de oreja o del globo ocular, y congelan cuidadosamente las células en nitrógeno líquido.
La supervivencia del rinoceronte blanco del norte y de decenas de otras especies podría depender hoy de una colección reunida a lo largo de casi 40 años, que ha pasado a ser el banco genético más grande de su tipo.
Las muestras congeladas podrían ser usadas algún día en experimentos para resucitar animales que se han extinguido hace poco. Tanques de acero inoxidable guardan el material genético de más de 10 mil ejemplares de arriba de mil especies y subespecies.
La relevancia de este trabajo se puso de manifiesto cuando el Parque de Safaris de San Diego perdió a Anglifu, fallecido de cáncer en diciembre, con lo que quedan apenas cuatro rinocerontes blancos del norte en el mundo, ninguno de los cuales tiene capacidad de reproducir.
Los científicos se afanan por encontrar la mejor forma de usar el esperma congelado del banco para producir otro rinoceronte antes de que muera el último de los cuatro que quedan, lo que podría suceder a lo largo de la próxima década.
Hay quienes se preguntan si se justifica gastar millones de dólares en especies de las que quedan apenas un puñado de ejemplares.
El banco es valorado como un archivo genético que ha ayudado a promover la inseminación artificial, la fertilización in vitro y la tecnología de células madres. Pero hay un intenso debate en torno a qué tan lejos debe llegar la investigación.
Paul Ehrlich, del Instituto Stanford Woods para el Medio Ambiente de la Universidad de Stanford, dice que el mundo necesita hacer frente a las causas del problema, incluidos el crecimiento de la población y el cambio del clima.
Que la ciencia le dedique tiempo a salvar el rinoceronte blanco puede ser divertido. Me gustaría que se preservara (la especie) y estoy en favor de la biodiversidad. Pero esto está muy abajo en la lista de cosas que deberíamos hacer primero
, afirmó.
Ritmo acelerado
En momentos en que las especies se encaminan a su extinción a un ritmo mucho más acelerado que antes, los zoológicos se esfuerzan por promover su supervivencia y a veces tienen que decidir qué animales vale la pena tratar de salvar. Algunos pueden extinguirse antes de que se haya reproducido otro animal y tal vez nunca viva en estado silvestre.
El hábitat natural del rinoceronte blanco del norte está en países como Sudán y el Congo, que no han podido controlar a los cazadores. Su cuerno es muy codiciado en Asia como afrodisiaco, lo que genera un mercado que amenaza la especie.
También hay que ver cómo se hace para producir suficientes crías de modo tal que se evite la endogamia.
Podemos ensayar todo tipo de maniobras, pero una cosa es producir un animal, o dos o tres, y otra generar una población sustentable desde un punto de vista genético
, afirmó George Seidel, profesor de la Universidad Estatal de Colorado que ha escrito sobre el tema.
Los desafíos, no obstante, no son insuperables para las especies que están en situación crítica o que se extinguieron no hace mucho, de acuerdo con Bárbara Durrant, directora de fisiología reproductiva del Instituto de Investigaciones de la Conservación del Zoológico de San Diego, donde está el Zoológico Congelado.
No estamos demasiado interesados en traer de vuelta los dinosaurios ni los mamuts
, comentó.
El Zoológico Congelado tiene células de 12 rinocerontes blancos del norte. Hay otras especies que revivieron cuando quedaban tan pocos animales, de modo que pensamos que hay buenas razones para pensar que podemos hacer lo mismo con esa especie
, manifestó.
Esperma del Zoológico Congelado ayudó a reproducir especies en peligro desde el oso panda hasta el faisán monal chino. Las células congeladas fueron usadas también para clonar dos especies de reses en peligro. Los animales clonados, no obstante, tuvieron defectos genéricos.
El rinoceronte blanco del norte y el mono fueron los dos primeros animales en peligro de extinción a los que se les extrajeron células madre que fueron almacenadas en el Zoológico Congelado.