Se requieren acciones en políticas públicas, señala estudio
Lunes 3 de noviembre de 2014, p. 39
En las zonas metropolitanas del valle de México, Monterrey y Guadalajara se podrían evitar 2 mil 170 muertes prematuras al año si se cumpliera la normatividad de la Organización Mundial de Salud (OMS) en cuanto a la contaminación de partículas finas. Además, 45 mil millones de pesos dejarían de perderse, indica un estudio del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC).
En esas mismas ciudades, si tan sólo se cumpliera con la norma oficial mexicana de partículas 2.5 o finas, se evitaría la muerte al año de mil 317 personas. En estas zonas metropolitanas la concentración de ozono y de partículas suspendidas rebasa los límites establecidos en las normas mexicanas e internacionales para proteger la salud de la población, precisa.
Además, en ellas se concentra una cuarta parte de la población mexicana, alrededor de 29 millones de personas, que se exponen a los riesgos que representa respirar aire contaminado, indica el estudio Valoración económica de los beneficios a la salud de la población que se alcanzarían por la reducción de las PM2.5 en tres zonas metropolitanas mexicanas.
Agrega que la OMS reportó en 2010 que las partículas suspendidas son causantes de 3.2 millones de muertes prematuras en todo el mundo, se trata de las partículas finas, de diámetro menor o igual a 2.5 micras, y ocupan el noveno lugar en la lista de los factores de riesgo asociados con índices de mortalidad mundial, principalmente en enfermedades cardiovasculares.
La mayor parte de los casos de mortalidad que pueden evitarse se dan en el valle de México, sobre todo por la cantidad de población que alberga, que es 2.4 veces la población de las zonas metropolitanas de Guadalajara y Monterrey juntas.
Frente a esto, agrega el estudio, es necesario establecer acciones de política pública para reducir las emisiones y los precursores de estos contaminantes a la atmósfera y los impactos negativos que causan en la población.
Explica que con base en datos de 2010 se hicieron las estimaciones de los impactos en la salud a partir del análisis de riesgos ambientales, y se encontró que si las concentraciones de partículas finas en estas ciudades se mantuvieran dentro de los límites recomendados por la OMS, solamente ese año se habrían evitado impactos con un valor económico de 45 mil millones de pesos, cantidad que equivale a la mitad del gasto programado en salud del gobierno federal ese año.
Si las concentraciones de partículas finas estuvieran por debajo de los límites de la normatividad mexicana, que son más laxos, se tendrían también beneficios económicos por alrededor de 27 mil millones de pesos.
Detalla, asimismo, que de acuerdo con estudios epidemiológicos sobre contaminación del aire y salud, al reducir la concentración de PM2.5 en el aire se reducen las muertes ocasionadas por enfermedades cardiovasculares, cáncer de pulmón y enfermedades pulmonares obstructivas crónicas.
Precisa que estas estimaciones pueden considerarse conservadoras, pues si se incluyeran los costos que se evitarían por el tratamiento de enfermedades crónicas como el cáncer de pulmón y agudas como el asma, así como la pérdida de la productividad por malestares respiratorios, los beneficios serían mayores.