Integrantes de la Coordinador Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) denunciaron que a dos meses de iniciado el ciclo escolar 2014-2015 no se han aclarado las irregularidades en la asignación de plazas concursadas por la Secretaría de Educación Pública (SEP) en julio pasado, que ascienden a 16 mil 500, pues indicaron que tenemos casos de compañeros que aprobaron y se ubican en los primeros lugares de las listas de prelación y no han recibido su nombramiento.

Profesores del estado de México, Puebla y el Distrito Federal destacaron que no hay transparencia en los procesos administrativos, pues de acuerdo con las convocatorias cada estado determinó el número de plazas que sometía a concurso, por lo que los aspirantes que cumplieron con los requisitos y fueron calificados como idóneos esperaban la asignación.

En el caso del Distrito Federal, detalló Enrique Enríquez Ibarra, dirigente del magisterio disidente en la capital del país, se convocó a candidatos para ocupar puestos laborales en prescolar y educación especial, aunque no se contaba con lugares disponibles, lo que generó que todos los profesores que fueron incluidos en la lista de prelación deben esperar que un compañero se jubile, renuncie, fallezca o sea cesado de sus funciones para que se les asigne una plaza.

Además, explicó, que en el caso de la Administración Federal de Servicios Educativos del Distrito Federal el proceso de asignación de plazas avanzó, pero de las 3 mil 302 que fueron sometidas a concurso para educación primaria sólo fueron asignadas mil 580, debido a que el resto de los candidatos no cumplió con los requisitos, por lo que se nos dijo que podrían ser asignadas a egresados de universidades o normalistas de otros estados.

En tanto, maestros del estado de México y Puebla señalaron que las autoridades educativas no han aclarado por qué hay docentes que están en los primeros 25 o 50 lugares de la lista pero no tienen su plaza, aunque en sus entidades se concursaron más de 200 espacios laborales.

José González Figueroa, maestro con más de 45 años de servicio y fundador de la CNTE, destacó que con la reforma educativa “no se tocó ni una sola fibra de los mecanismo de corrupción que imperan en la asignación de plazas. En los estados, el vínculo entre autoridades educativas y sindicalismo charro sigue vigente. Nada ha cambiado”.

Por ello, consideró que ninguna reforma laboral y administrativa va garantizar procesos justos y equitativos para seleccionar a los mejores docentes, pues no se quiere reconocer que no es a través de una prueba estandarizada como se va a determinar quién es un buen o mal maestro.