El caso del gobernador de Sonora, Guillermo Padrés, divide al PAN. Mientras hay dirigentes que critican la construcción de una presa en la propiedad del mandatario, porque ello no se ajusta a los principios y la doctrina del blanquiazul, otros justifican el levantamiento del bordo con el argumento de que es legal y, además, era necesaria para no perder la producción de nogal.

En donde los panistas sí tienen coincidencias es que el gobierno de Enrique Peña Nieto ha aprovechado el tema del dique para desacreditar la gestión de Padrés Elías y reducir las preferencias electorales que, aseguran, tiene el PAN en aquella entidad.

Hasta antes de que se diera a conocer el caso de la represa, dirigentes del blanquiazul aseguraban tener una ventaja electoral de dos dígitos sobre el PRI, pero una vez que se informó sobre ésta, reconocen que el tema les afectará en la intención de voto.

Dirigentes del instituto, que pidieron omitir sus nombres, ubicaron el tema de Padrés como parte de una campaña mediática en su contra, que es promovida por el gobierno federal y el PRI. La finalidad es reducir las posibilidades de que Acción Nacional logre aumentar el número de diputados federales en los comicios intermedios de 2015 y ganar alguna de las gubernaturas en disputa.

De hecho, afirman que la desacreditación del adversario es uno de los mecanismos que ha utilizado el grupo Atlacomulco para afianzarse en el estado de México, y ahora en la administración pública federal, lo están volviendo a aplicar.

Pero más allá de que el asunto del gobernador de Sonora se esté usando con fines electorales, en Acción Nacional hay voces que piden revisar el tema de la presa y no iniciar la defensa del mandatario estatal a ciegas.

Sin embargo, otros panistas señalan que nada irregular hay en la construcción del dique, pues es legal efectuar ese tipo de edificaciones, cuando las aguas de un río afectan las propiedades, lo cual ocurría en el rancho del mandatario cada vez que el cauce se desbordaba.