Aun cuando no ha entrado en vigor la prohibición del uso de animales en los circos, la campaña iniciada en su contra tiene al borde de la quiebra a las compañías circenses, que han visto reducir hasta 40 por ciento la venta de boletos.

Ir al circo se ha vuelto un gusto culposo, lamentó Federico Serrano, director de difusión del circo Atayde Hermanos, quien para dimensionar el tamaño de la crisis que se vive en el gremio, refirió que por primera vez esta compañía, con 126 años de existencia y prestigio internacional, optó por quedarse en el Distrito Federal ante la falta de recursos para pagar los gastos de traslado a otras entidades.

Normalmente teníamos tres temporadas en la ciudad de México, en Semana Santa, verano e invierno, y después salíamos de gira, pero ahora no hay para pagar el diésel, el peaje, los hoteles y el alquiler de terrenos, precisó.

Los años de gloria del circo mexicano, cuando se lograba la presencia de hasta 13 mil asistentes en la Arena México, quedaron atrás. En la actualidad, a la carpa Astros, a la función de un viernes, sólo llegan alrededor de 50 personas.

Antes era un orgullo tener a los artistas más reconocidos a nivel internacional, hoy no nos podemos dar ese lujo, porque cobran en dólares y bien, apunta.

Anteriormente, las crisis económicas y la variedad del entretenimiento en casa había mermado la afluencia a la pista circular, pero nada se compara con el impacto de una campaña tan agresiva y dirigida a aniquilar un sector, consideró en entrevista con La Jornada.

Nos convirtieron, sin serlo, en maltratadores de animales en un juicio sumario, donde no se nos dio la oportunidad de defendernos. Y es mentira que son arrancados de su hábitat natural, porque han sido criados en zoológicos y en los propios circos. Se trata de una actividad regulada, hay planes de manejo y requisitos que cumplir, pero nada de eso se tomó en cuenta, expuso.

Lo más lamentable, agregó, es que al Partido Verde Ecologista de México, responsable de esta campaña mediática, no le interesa en lo más mínimo el maltrato animal, porque de ser así legislarían en contra de los espectáculos donde sí lo hacen y de manera abierta, como en los toros, las peleas de gallos, la charrería o las carreras de caballos.

Con un zoológico de 25 animales, el circo Atayde presenta un espectáculo en el que incluye 18 actos, entre ellos cuatro con animales. Un grupo de elefantes, caballos, tigres, un camello, una llama y un guanaco, compartirán la pista con acróbatas, malabaristas, pulsadores y contorsionistas hasta concluir este mes.

Aunque darán la batalla legal, pues buscan ampararse, advirtió que esta podría ser la última oportunidad de ver un espectáculo de circo clásico, después habrá circo-teatro o como lo quieran llamar.