El subsecretario de Transporte destaca creación de empleos
una poderosa locomotora económica para la región, expresa Carlos Almada
Sábado 6 de septiembre de 2014, p. 15
Las consecuencias de no construir el nuevo aeropuerto de la ciudad de México serían de una grave afectación
a la generación de empleo y a la economía del país, porque esta obra será una poderosa locomotora económica
, aseguró el subsecretario de Transporte, Carlos Almada.
Por cada millón de pasajeros se espera la creación de mil empleos directos; potenciar el transporte de carga en la nueva terminal e impulsar el comercio exterior con la construcción de un parque industrial próximo al aeropuerto que albergue empresas dedicadas a actividades como la nanotecnologia.
En esta ocasión se tomaron todas las previsiones ambientales, tratamiento de aguas, de aves y territoriales. No ha habido ni habrá expropiaciones
, aseguró.
Según el funcionario, todavía no se define si la construcción del aeropuerto se decidirá a través de una o varias licitaciones, si se optará por una asignación directa o algún otro mecanismo, pero ninguno está descartado. Será una obra pública que se realizará bajo la normatividad
, puntualizó, ante el interés manifiesto de las principales constructoras del país.
Carlos Almada explicó que el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) está en el análisis de diversas vías de colaboración
para la construcción del aeropuerto, lo que está claro es que quienes participen tendrán que cumplir con tres condiciones básicas que consisten en que cumplan con la normatividad, que cubran los más altos estándares internacionales y que incorporen a las obras a pequeñas y medianas empresas.
Para tomar la decisión, dijo, se cuidó la posesión de la tierra, se cambió el trazo del proyecto anterior para no afectar los terrenos de las poblaciones aledañas; hay trabajo en materia hidráulica, tratamiento de aves y áreas verdes.
Esta vez el gobierno federal ha tratado de cuidar todos los flancos, y al mismo tiempo que trabaja en los preparativos para arrancar la obra nueva a mediados de 2015, tiene en marcha la estrategia para mantener en operación segura durante algunos años más al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), en donde hay negociaciones para que algunas aerolíneas trasladen operaciones al aeropuerto de Toluca.
El subsecretario Almada detalló algunas de las previsiones que se tomaron para la construcción del nuevo aeropuerto, pero, aseguró, ante todo el gobierno federal antepondrá el respeto a la ley y el diálogo.
Esta poderosa locomotora
económica generará 60 mil empleos directos al terminar la primera etapa y 550 mil indirectos. El propósito es que la nueva terminal reciba 120 millones de pasajeros, y se crearán mil empleos por cada millón, puntualizó Almada.
En el segmento ambiental, puntualizó, se respetará la normatividad, se solicitó la elaboración de estudios y asesoría a Mitre para no afectar las zonas colindantes. Se cambió el trazo con la misma intención. Aseguró que la construcción de todas las obras civiles y de aeronáutica se iniciará después de que la Comisión Nacional del Agua concluya las obras hidráulicas en el lago Nabor Carrillo y la instalación de cuatro plantas de tratamiento.
Se destinarán 640 hectáreas para la creación de un bosque mayor que las tres secciones del de Chapultepec. Y en respeto a las aves de la zona, los cuerpos de agua estarán a 3.1 kilómetros de las pistas, como marca la norma internacional.
Almada dijo que el financiamiento del proyecto no representará el aumento de tarifas para usuarios porque eso ya ocurrió en enero pasado, cuando la terminal capitalina ajustó su Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA) al nivel del aeropuerto de Guadalajara, porque estaba rezagada.