Impulsará mejor calidad de vida en municipios del oriente del valle de México
Se retomarán proyectos hidráulicos en el área que estaban detenidos desde los años 90
Sábado 6 de septiembre de 2014, p. 15
El proyecto del nuevo aeropuerto será sustentable, amigable con el medio ambiente y contribuirá a mejorar la calidad de vida en los municipios de la zona oriente del valle de México, pues se retoman proyectos diseñados y abandonados desde la década de los 90.
Para ello se realizarán obras hidráulicas durante los próximos cuatro años con un costo de 17 mil a 20 mil millones de pesos, informó David Korenfeld, director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
En una nueva conferencia de prensa de funcionarios federales, encabezados por el vocero de la Presidencia, Eduardo Sánchez, para comentar sobre los alcances que tendrá la magna obra en materia de ecología y protección del ambiente, Juan José Guerra Abud, secretario del Medio Ambiente, destacó que la terminal aérea buscará obtener la certificación LEED, que garantiza la protección ambiental.
Para ello contará con iluminación y ventilación natural, y se usará biogás para la generación de electricidad. Ese gas provendrá del relleno sanitario del Bordo Poniente, indicó.
Además, se instalarán sistemas de recolección, tratamiento y reúso del agua. Con estas y otras medidas se evitarán las emisiones de gas de efecto invernadero y el aeropuerto será el primero, fuera de Europa, en tener esta condición de protección al ambiente.
El funcionario también comentó sobre las acciones que se tomarán para la preservación de las especies de aves acuáticas residentes –tres son endémicas– y migratorias que tienen presencia en el ex Vaso de Texcoco.
Dijo que con la colaboración de organizaciones académicas y sociales –nacionales e internacionales– se tomarán las decisiones para el manejo de este que, dijo, es un tema prioritario, pues se trata de una área de importancia para la conservación de las aves (AICA).
Aunque la conferencia se convocó para abordar el tema ambiental, nuevamente estuvo presente el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, quien puntualizó que el proyecto del gobierno de Enrique Peña Nieto es diferente al que se planeó en la gestión panista de Felipe Calderón. Señaló que del gobierno anterior recibieron una serie de documentos de estudios realizados entre 2007 y 2012 por la agencia de estudios aeronáuticos Mitre.
A esa misma empresa se le preguntó sobre la viabilidad aeronáutica de un nuevo aeropuerto, con una orientación geográfica distinta, sobre el ex Vaso de Texcoco y en terrenos federales, sin necesidad de expropiaciones. La respuesta positiva de Mitre dio pie al proyecto presentado por Peña Nieto el pasado lunes.
Ruiz Esparza también confirmó que el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México desaparecerá y para determinar el uso que se dará a las 750 hectáreas que ocupa se realizarán estudios y planes maestros en un futuro próximo.
Con relación a los proyectos hidráulicos, Korenfeld hizo una presentación amplia con los detalles técnicos y económicos. Antes, comentó sobre la compra de terrenos que hizo el gobierno calderonista, en total mil 854 hectáreas, que tuvieron un costo de 2 mil 769 millones de pesos. Es una extensión que formará parte de una área verde de alrededor de 3 mil hectáreas, independiente del espacio que ocupará el nuevo aeropuerto.
Luego resaltó el beneficio que tendrán las obras hídricas para los municipios aledaños, porque dejarán de padecer por inundaciones y de vivir rodeados de malos olores por las aguas negras que hoy corren en drenajes a cielo abierto.
Dijo que se triplicará la capacidad de regulación del agua pluvial con la construcción y ampliación de nueve cuerpos de agua; se entubarán 25 kilómetros de cauces de los ríos del oriente del valle de México y se rectificará el destino de sus escurrimientos, a fin de que se dirijan a 24 nuevas plantas de tratamiento. De éstas, 21 se ubicarán en los municipios vecinos a los terrenos del aeropuertos y tres serán plantas regionales. Además se construirán 39 kilómetros de túneles para mejorar los drenajes actuales Chimalhuacán II y Churubusco-Xochiaca.