La sociedad mexicana aún puede llamarse a sí misma misógina, pese a los esfuerzos por contrarrestar la violencia contra las mujeres, aseguró Ivonne Acuña, del Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Iberoamericana (Uia).

En un comunicado institucional, hizo referencia a las 13 recomendaciones que el Sistema Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres hizo a Guanajuato, a raíz de una solicitud de alerta de género de la organización civil Las Libres, que denunció que en 2013 se triplicaron los feminicidios en la entidad.

En caso de que las recomendaciones no sean aceptadas por el gobierno estatal o no las aplique en un plazo de seis meses, Guanajuato se convertirá en el primer estado mexicano con una alerta de violencia de género.

La académica criticó la reticencia de algunos gobernadores a utilizar términos como misoginia y a reconocer este problema en sus entidades. Mencionó que en siete años no se ha emitido alerta de género en ningún estado, pese a las peticiones al respecto.

Muchos de estos políticos, afirmó, temen reconocer lo que ocurre con las mujeres en sus estados, por miedo a manchar su imagen pública.

Respecto de las recomendaciones, señaló que son adecuadas, pues justamente lo que hacen es acotar el fenómeno, y no solamente pensando en castigar, sino en prevenir, en cambiar las políticas educativas, educar a la población para evitar futuras agresiones. Sin embargo, si el gobierno de Guanajuato se resiste, veremos cómo intercede el poder federal.

Acuña Murillo también criticó la postura del gobierno de Guanajuato, que ha señalado que la organización Las Libres –la cual declaró que de enero a marzo de este año se cometieron 12 feminicidios– “confunde –refirió– la privación de la vida por cuestiones de género con la privación de la vida de las mujeres por circunstancias diversas.”