Una de cada tres mujeres mueren por enfermedades cardiovasculares, mientras que una de cada 30 fallece de cáncer, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cual considera que las enfermedades del corazón se han convertido en la primera causa de muerte en todo el mundo.

El organismo estima que en el año 2030 morirán cerca de 23.3 millones de personas en el orbe a causa de estos padecimientos.

En tanto, en México la tasa anual de fallecimientos por problemas cardiovasculares se acerca a un cuarto de millón, según la Secretaría de Salud.

Según esta dependencia, aproximadamente 68.5 por ciento de los mexicanos tiene problemas de obesidad y sobrepeso; 58 por ciento padece de diabetes, y otro 43.2 por ciento sufre de hipertensión arterial, padecimientos que en los últimos 13 años han crecido 22 por ciento y que aumentan el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular.

Al respecto el doctor Miguel Quiñones, jefe de cardiología del Hospital Metodista de Houston, indicó que el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular se debe a la acumulación de una serie de diferentes factores que han aumentado en los pasados 30 años como son la hipertensión arterial, la obesidad, la diabetes, los trastornos del colesterol, el tabaquismo, así como factores genéticos.

Varones afectados presentan síntomas diferentes

Aclaró que las enfermedades cardiovasculares afectan a hombres y a mujeres por igual; sin embargo, los síntomas en las personas del sexo femenino son más sutiles, ya que usualmente sólo sienten un cansancio general y falta de energía, en contraste con los hombres que presentan un dolor de pecho agudo al realizar una actividad física lo cual sirve de alerta sobre un trastorno cardiovascular. Esto implica, dijo, que las mujeres no reciben un diagnóstico oportuno y temprano, a pesar de que de acuerdo con el Sistema Nacional de Información en Salud, 20 de cada 100 mujeres mexicanas mueren a causa de una enfermedad cardiovascular.

Desde su punto de vista, es muy importante que las mujeres entiendan que el mayor riesgo que tienen es cardiovascular, pues actualmente en promedio en el mundo, una de cada tres mujeres muere por alguna enfermedad relacionada, mientras una de cada 30 fallece por cáncer.

Por ello, si una mujer tiene más de 50 años, tiene presión arterial alta, es obesa, prediabética o diabética, tiene colesterol elevado y además alguno de sus padres murió de un infarto, está en una situación de riesgo muy alto de sufrir un infarto o un incidente cardiovascular.