En 2006 no hubo fraude, sino errores
Martes 24 de junio de 2014, p. 22
El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, ofreció terminar con la etapa de elecciones controvertidas en el país como la presidencial de 2006 en la que –aseguró– no hubo fraude sino errores e incapacidad de comunicar
el resultado.
Afirmó que la noche de los comicios presidenciales de 2018 él se presentará a informar cuál candidato obtuvo más votos. No podemos volver a salir a decir que los resultados son tan estrechos que no hay ganador y que nos vemos tres días después, porque en ese tiempo se puede crear una crisis política de gran envergadura
, dijo.
Este lunes Córdova Vianello participó en el diplomado Análisis político y reforma política en México, en la Cámara de Diputados, y ahí planteó que en las intermedias de 2015 el INE debe demostrar que el sistema electoral funciona y que la reforma en la materia tiene como fin consolidar la democracia.
Resuelta esa elección, adelantó, el INE presentará al Congreso de la Unión una opinión sobre los puntos que deben mejorar, pero sin caer en la idea de que se necesita una reforma refundacional
.
Para el presidente del INE, los problemas del sistema político mexicano no se resuelven con reformas, porque están vinculados a circunstancias estructurales que afectan a la sociedad e inciden en el ámbito electoral, como pobreza, desigualdad, falta de rendición de cuentas y la precaria cultura política.
Expresó que no ha sido posible construir una auténtica política de Estado para educación cívica, que había sido encomendada al desaparecido Instituto Federal Electoral, pero se trata de una tarea gubernamental. Devolver la confianza en las instituciones, dijo, es una tarea de conjunto y no sólo de una bandera política.
Podemos tener las mejores instituciones electorales, hacer grandes inversiones en la materia, pero si no empujamos un cambio de cultura política, difícilmente los esfuerzos van a dar resultados
, expuso.
Incluso resaltó que la complejidad de las elecciones no permite que sean asimiladas por los ciudadanos, por lo que el INE tiene la tarea de explicar el sentido de las decisiones para la estabilidad política del país.
Hace seis años, el IFE no tuvo esta vocación; fue fuente de confusión. El proceso de construcción de confianza en torno al órgano electoral es vital para la estabilidad política, pues un árbitro electoral desconfiable para los ciudadanos puede realizar elecciones que también lo sean y esto es una base imposible para la legitimidad de los resultados
, sostuvo.