El caso de Rosalba Vicente, indígena zapoteca de 30 años de edad originaria del municipio de Xadani, Oaxaca, a quien se le extirpó la matriz en el hospital general de Juchitán Macedonio Benítez Fuentes, será llevado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en Washington, debido a la falta de respuesta de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) y a la lentitud de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), informó el abogado Elliot Escobar.

Rosalba fue internada el 4 de junio y atendida 12 horas después. Personal de la clínica le dijo que su bebé murió y a ella le extirparon la matriz porque supuestamente se le desgarró el útero al salir el producto.

Escobar informó que el esposo de Rosalba, Gabriel López, presentó quejas ante la procuraduría de Oaxaca, la Comisión Estatal de Arbitraje Médico y el Instituto de la Mujer Oaxaqueña.

El litigante afirmó que funcionarios de los SSO y del hospital general de Juchitán protegen a los médicos implicados. No queremos descalificar a los médicos y enfermeras, pero tampoco vamos a ocultar que el director del hospital de Juchitán intentó sobornar a Rosalba y a su esposo antes de que la dieran de alta, señaló.

Indicó que Rosalba Vicente y él se reunieron ayer con personal de la Secretaría General de Gobierno de Oaxaca para analizar el caso; sin embargo, no acudieron representantes de los SSO.

Mientras, el presidente del Colegio de Médicos de Yucatán, Pedro Marín, calificó de hecho aislado la muerte de una mujer maya –embarazada de gemelos– ocurrida el 25 de enero en el municipio de Peto, por presunta negligencia médica, reportada por la CNDH. El secretario de Salud del estado, Jorge Mendoza, no ha hablado al respecto.