Madrid, 22 de abril.

Atlético de Madrid y el Chelsea no pudieron pasar del empate sin goles en el partido de ida de la semifinal de la Liga de Campeones, que se decidirá en la vuelta en Stamford Bridge, el próximo 30 de abril. La segunda semifinal la disputan Real Madrid y Bayern Munich, y la serie comienza este miércoles en el estadio Santiago Bernabéu.

Los rojiblancos, que buscan la final de la Champions después de 1974, tuvieron la iniciativa durante todo el encuentro, aunque no lograron marcar ante un Chelsea que renunció a jugar y se limitó a esperar atrás y a enviar balones largos.

No pudimos encontrar el gol que nos habría hecho ganar el partido, dijo tras el encuentro el técnico de los Colchoneros, Diego Simeone.

Quería ganar 5-0 y estar ya en la final. Sabía que era muy difícil. Salir con un empate no es un resultado increíble, pero es un resultado que nos deja jugar nuestra final en Stamford Bridge, señaló por su parte el entrenador del Chelsea, José Mourinho.

Al cuarto de hora del encuentro, el club londinense sufrió la baja de su portero Petr Cech, quien tuvo una luxación en el hombro derecho y debió ser sustituido por el australiano Mark Schwarzer. El arquero checo saltó para desviar a tiro de esquina un disparo cerrado remitido por Koke y cayó mal sobre su hombro.

Ante el cerrojo colocado por el Chelsea, el Atlético de Madrid fue el único poseedor del esférico aunque sin encontrar huecos en la defensa de los blues.

Tras el descanso, Chelsea se limitó a esperar un poco más adelante al Atlético, pero sin tratar en ningún momento de proponer, mientras Simeone movió el banquillo de los Colchoneros buscando encontrar una forma de penetrar el muro del conjunto inglés, que acumulaba hasta nueve hombres en la zaga.

Fernando Torres, muy solo en la delantera de su equipo durante todo el partido, había contado con una buena oportunidad tras un recorte dentro del área colchonera, pero su tiro lo detuvo Courtois.

Solamente en los últimos 15 minutos de juego Chelsea intentó hacer un poco más de presión, pero el dominio siguió siendo del Atlético que mantenía su asedio en la portería rival.