Martes 1º de abril de 2014, p. 29
Los problemas registrados en la línea 12 del Metro derivan de un trazo mal diseñado, curvas con radios menores a 400 metros, trenes más grandes y pesados, una velocidad de circulación menor a la estimada y una nula supervisión de la Secretaría de Obras y Servicios
, afirmó Daniel Zamudio.
El especialista en transporte de la organización El Poder del Consumidor señaló que el cambio del proyecto original de un túnel subterráneo por un viaducto elevado, a propuesta del Proyecto Metro del Distrito Federal, fue un error, por ahorrarse algunos pesos, pues ha sido mucho más caro al erario
.
Los más de 40 mil millones de pesos erogados en su construcción y arrendamiento de trenes hubieran sido suficientes para construir una red de seis líneas de Metrobús, que movería el mismo número de usuarios –400 mil–, pero con un costo cinco veces menor, como se propuso al gobierno que encabezó Marcelo Ebrard Casaubon.
El cambio del trazo en las 11 líneas sin servicio, de Tláhuac a Culhuacán, para prolongar las curvas, significaría expropiaciones y sería lo más idóneo, pues la sustitución o reforzamiento de piezas sería más caro y no garantizaría que se alejara el riesgo de un descarrilamiento
, consideró.
Hoy, la existencia de curvas con radios menores de 200 metros ha provocado desgastes ondulatorios en vías, desviaciones en durmientes, rompimiento de sujetadores, ante el paso de trenes con vagones más grandes, más pesados y cuyas ruedas no embonan en los rieles, de acuerdo con reportes de las autoridades capitalinas.
No entendemos por qué no se realizaron pruebas piloto para verificar esta situación y por qué la Secretaría de Obras no intervino en la supervisión del proyecto ejecutivo y la ejecución de la obra. Su responsabilidad es tanta como la del consorcio constructor
, afirmó, y comentó que desde el inicio de operaciones de la línea la organización hizo recorridos para ver cómo funcionaba.
A su entrega, con más de 3 mil faltantes o trabajos inconclusos, calificados de menores, como cables expuestos o escaleras sin funcionar, se sumaron los brincoteos y bamboleos de los trenes, lo cual fue motivo de un nuevo recorrido por la línea para corroborar esa situación, pero no hubo apertura de las autoridades del transporte para abordar el asunto
.
Los más de 3 mil 500 millones de pesos por concepto de las garantías depositadas por el consorcio constructor, formado por Ingenieros Civiles Asociados, Alstom y Carso, en El Poder del Consumidor creemos que son menos de lo que se necesitará para que la línea 12 reanude operaciones, y todo porque se quiso inaugurar en la pasada administración
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