Después de 10 años de ausencia, regresaron al Zócalo las actividades del encuentro artístico
Queríamos abrir las calles, estar en Bellas Artes y Tepito, lo logramos, resalta Cristina King
Martes 25 de marzo de 2014, p. a10
La noche del domingo, miles de personas disfrutaron en el Zócalo los ritmos turcos de Mercan Dede Secret Tribe; los sonidos circenses de Triciclo Circus Band; la música gitana de Dzambo Agusevi y, la fusión melódica de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, con la propuesta tecnonorteña de Nortec. Fue el segundo concierto de la clausura del 30 Festival México Centro Histórico (FMCH), luego de una década de no estar presente en la Plaza de la Constitución.
El sábado, en el primer concierto del cerrojazo del encuentro, la fusión de Lila Downs, el rock de Los Románticos de Zacatecas y Los Daniels fueron el plato musical para unas 40 mil personas. El titular de la Secretaría de Cultura de la ciudad de México, Eduardo Vázquez Martín, dio la bienvenida ese día a las personas que asistieron. Desde el corazón cultural de la patria, aquí, desde este Templo Mayor que ha visto pasar a Chavela Vargas, Manu Chao, Cesária Évora o Compay Segundo; desde este gran espacio cultural de la ciudad, les damos la bienvenida a esta, su casa
, dijo.
En presencia de la directora y del presidente del Patronato del Festival Centro Histórico México, Cristina King y Fernando Estrada, el funcionario remarcó a la multitud que la calle es de todos y la Plaza de la Constitución es el espacio cultural más grande en beneficio de la población.
El recorrido musical del domingo dio inicio a las 18 horas con Mercam Dede Secret Tribe, agrupación liderada por el DJ Arkin Allen, que mostró la fusión de música turca y acústicos tradicionales orientales con sonidos electrónicos, que logró encender el entusiasmo de los presentes.
Vino luego Triciclo Circus Band, cuyos nueve integrantes ataviados con sus habituales ropas y maquillajes de clown, llevaron al escenario alegría, baile y uno que otro chiste, que arrancaron los aplausos, gritos y saltos del público, compuesto en su gran mayoría por jóvenes.
Narices rojas y rostros sombreados se dejaron ver entre el mar de gente que entonó Y si mañana y El amor, y que saltó con celular en mano durante la interpretación de Excusez moi, Amanece y Oaxaca; el clímax llegaría cuando la audiencia formó parte de un slam-duranguense teniendo como fondo No corro, no grito, no empujo.
Polka, vals y paso doble
Del ritmo de Triciclo Circus Band, basado en estilos de música tradicional de diversos países, como la polka, el vals o el paso doble, las miles de personas reunidas en la Plaza de la Constitución fueron testigos de la primera presentación en Latinoamérica del trompetista Dzambo Agusevi y la banda gitana del momento, provenientes de Macedonia.
Con un español claro, pero poco fluido, Agusevi se declaró maravillado por tocar en México y a lo largo de una hora interpretó música gitana y balcánica, sorprendiendo a los presentes con su ejecución de La bamba.
Cerca de las 21 horas subieron al escenario Nortec y la Filarmónica, uno de los números más esperados. En el proscenio aparecieron el director de la orquesta, José Areán, así como los integrantes del colectivo tijuanense, Ramón Amezcua Bostich y Pepe Mogt Fussible, que fueron recibidos entre una ola de gritos y aplausos.
Mogt y Amezcua, haciendo uso de la tecnología representativa de la música electrónica, por medio de una caja de ritmos, controladores, sintetizadores y computadora, acompañaron a la Orquesta Filarmónica en la ejecución de Norteña del sur, Trip to Ensenada, Punta banda, Mama loves Nortec, Must love, Tengo la voz, One night, Boulevard 2000, The clap, Tijuana makes me happy y Polaris, con lo que se clausuró la trigésima edición del festival.
Sin embargo, en esta presentación se registraron algunas fallas en el sonido. En redes sociales varios asistentes se quejaron del mal sonido
, o de que en ocasiones sólo se escuchaban los monitores
. Incluso, muchos se retiraron antes de que terminara el show.
El mezcalito de Lila, el sábado
Lila Downs fue la encargada de cerrar el concierto del sábado. Lo hizo con un espectáculo lleno de ritmo, color y sabor mexicano. Desató la alegría de los asistentes al entonar Mezcalito, al tiempo que las luces la iluminaban y bailarines con trajes típicos mexicanos aparecían abajo y arriba de la tarima.
Fue mucho tiempo sin estar aquí, pisando este sagrado recinto del templo de los antiguos
, dijo Downs al dirigirse a la audiencia, la cual cantó junto con la artista ganadora de un Grammy en 2013 Tú cárcel, de Marco Antonio Solís, para luego interpretar Los pollos y Tren del cielo.
La artista, ataviada con su inconfundible vestimenta llena de colorido, se colocó su guitarra para interpretar Fallaste corazón, seguida de Cuando me tocas tú y Zapata se queda. Acompañada por su banda, Downs interpretó Madrugada.
Tras varios ¡Viva México! y recordar a la fallecida Chavela Vargas, la intérprete oaxaqueña agradeció a los presentes por creer en el poder de la música, para seguir con el concierto en el que mostró su capacidad artística y vocal con Cruz de olvido y Paloma del comalito.
El concierto inició con la actuación del grupo Acardenchados, un cuarteto vocal mexicano inspirado en la canción cardenche, integrado por Leonardo Soqui, Juan Pablo Villa, Tareke Ortiz y Juan Manuel Torreblanca, que en su particular estilo de canción oral y a capella, interpretaron Skyni jab, Si quisieras, Malebetulia, Como un amigo, Ojitos negros, Fantasía tropical, Al pie de un árbol y Pásele.
Tras dicha presentación subieron al entarimado Los Románticos de Zacatecas, que interpretaron bajo la total aceptación del público Si tú estás lejos, Corazón, Volver a quererte, Un beso nada más, Lo sabes tú y Uniforme de gala.
Después de una pequeña pausa en la que se revisaron aspectos técnicos, pasadas las 19 horas subió al escenario el grupo Los Daniels, que deleitó a sus admiradores con canciones de sus cuatro producciones discográficas.
En las pantallas colocadas a los costados del entarimado se podían ver videoclips de la agrupación, que se disolvían con acercamientos a los rostros de Ismael Salcedo Ortiz, Carlos Alberto Palomares, Carlos Díaz Chávez y Rasheed Durán Téllez.
El mismo sábado por la tarde la gente disfrutaba de un paseo acalorado por la Alameda Central. Inesperadamente, el barullo de la multitud, las risas de los paseantes y el ruido de los carros, se vio interrumpida por el sonido de violines, violoncellos, trompetas, arpa, timbales, entre otros instrumentos. Eran los músicos de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, que de entre el gentío surgieron para acomodarse en medio de los paseantes a fin de deleitarlos con su música. Fue inevitable para todos los presentes emocionarse, vibrar y sorprenderse del concierto instantáneo que, sin esperarlo, disfrutaron.
100 actividades
Durante los 10 días del festival, a decir de su directora, Cristina King, se realizaron más de 100 actividades en 22 recintos del Centro Histórico, donde lograron la asistencia de cerca de 350 mil espectadores. Calificó la respuesta del público como increíble. Todos los artistas están super contentos por lo que ha sucedido en estos días. Queríamos abrir las calles, el centro, estar en Tepito, en el Palacio de Bellas Artes, el Zócalo, la Sinagoga Justo Sierra, el Museo Franz Mayer; lo hemos logrado, estamos satisfechos
, aseguró.