Las empresas refresqueras o cerveceras cuentan con presupuesto para no ser molestados durante la carga y descarga de su mercancía o, en el peor de los casos, pagar la multa por la colocación de una araña o evitar su remisión al corralón, señaló el presidente de la Canacope, Gerardo López Becerra.

Los operadores, argumentó, están dispuestos a ofrecer una compensación al policía para que los deje trabajar sin problemas, aun cuando estén en doble o triple fila, u obstruyendo la entrada de algún domicilio, para lo cual cuentan con una caja chica de 2 mil pesos.

Dicha cantidad, reconocen ellos, es “mucho menor respecto de la mercancía que entregan en la zona, por lo que la ocupación de calles en la ciudad por este tipo de unidades es una constante, ya que no existe horario establecido, con excepción del Centro Histórico; se carece de estacionamientos baratos y a los comerciantes o prestadores de servicio lo único que les interesa es contar con su mercancía, en tiempo y forma.