En fecha aún por definir, quizá a finales de febrero, la obra de teatro La dama de negro festejará sus 20 años ininterrumpidos de estar en cartelera, lo cual la convierte en la puesta en escena con más tiempo escenificándose en México, mérito que para las autoridades del Palacio de Bellas Artes no basta y negaron el espacio para que ahí se realizara la función de aniversario, expresó en entrevista Rafael Perrín, quien desempeña el papel de Arthur Kipps, mismo que alterna con Odiseo Bichir, Juan Carlos Colombo y Ricardo Morell.

La semana pasada, en la primera función del sábado, una vez más se dio la magia del miedo colectivo.

Presentada desde hace dos décadas por Antonio Calvo y Carlos Bracho, La dama de negro, de Susan Hill, con adapatación de Stephen Mallatrat y con la dirección de Rafael Perrín, centra su narración en dos personajes: el citado Kipps, aprendiz de actor que actuará su propia obra (el teatro dentro del teatro) en compañía de su maestro, el histrión John Morris, interpretado alternadamente por Perrín, Bichir, Benjamín Rivera y Fabián Lozano.

Leyenda más allá de la ficción

Durante el primer acto, que es de carácter expositivo, el público conoce los pormenores y siente la atmósfera londinense. En el segundo acto, la historia va provocando risas nerviosas que culminan en gritos de franco terror. Hay quien se paraliza en su butaca ante los fenómenos inexplicables que presencia. A fin de cuentas, el espectador es quien descubre que la leyenda de La dama de negro va más allá de una ficción teatral.

Al finazalizar la función 9 mil 479, ese sábado, Perrín habló con La Jornada en su camerino: “En mi carrera y en mi vida, La dama de negro es un parteaguas. Es un ícono de la historia del teatro en México; tiene un sello particular. Cada obra se divide en tres: texto, actores y público. La maravilla es que cada función es diferente y el público es el que va diciendo por dónde.

La maravilla de la obra es que cada función es diferente y el público crea la diferencia, dice Rafael PerrínFoto cortesía de la producción

A lo largo de 20 años, esta obra se permea solita. Creo que el público es el que crea la diferencia. Pocas cosas han cambiado. Una de ellas es cuando se alude a alguien que lee poco y se bromea que parece presidente.

Aseguró que ninguna obra de teatro ha durado tanto de manera ininterrumpida. “Fred Roldán lleva 23 años con Las brujas, pero ha dejado de dar funciones durante mucho tiempo. Alejandro Jodorowsky, con El juego que todos jugamos, lleva 21, pero ha parado y luego sigue. Que todos los viernes y sábados haya función, sólo La dama de negro lo ha logrado. La fecha exacta de los 20 años fue el 17 de febrero (se estrenó en 1994, en el Teatro Arlequín), y la función 5 mil la estaremos realizando a finales de febrero. Hemos estado en diez teatros y tenemos tres compañías. Yo debo de haber estado en unas 4 mil funciones. De los 20 años, yo he trabajado en la obra 16 y medio. Cuando estrenamos soñábamos con durar dos semanas, pero llegamos a cien. Cuando le preguntan a Carlos Bracho cuándo va a acabar la obra, contesta que La dama de negro va a acabar con nosotros.”

Recordó con cariño a Germán Robles, su compañero, quien estuvo en la pieza unos 10 años.

Quería que el festejo por los 20 años fuera en Bellas Artes, “pero ya nos dijeron que no, no califica para estar ahí. Nos dijeron que para los 25 años a lo mejor sí. Haremos una develación simultánea en cuatro ciudades, porque Guadalajara, Monterrey, Puebla y Tijuana han sido casa de La dama de negro. Le pido al público que esté pendiente en ladamadenegro.com de la fecha del festejo. Lo de Bellas Artes nos retrasó.”

Se presenta en el teatro Julio Prieto, en Eje 4 Sur Xola 809, entre Nicolás San Juan y Gabriel Mancera, colonia Del Valle. Funciones: viernes, 20:45 horas; sábados, 18 y 20:45 horas; domingos, 18 horas. Entrada: $350.