Hay obras que sí tienen una función didáctica: Marcus Ornelas
Jueves 20 de febrero de 2014, p. a10
En materia de sexo es aplicable el dicho de Díme de qué presumes y te diré de qué careces, hecho que hizo al Nobel de Literatura Darío Fo escribir en 1998 el libro El zen o el arte de coger (follar, en algunas traducciones), dirigido en primer lugar a su hijo Jacopo, quien colaboró en su elaboración al igual que Franca, la esposa del dramaturgo, la cual sugirió llevar la reflexión al teatro, que lleva por título Tengamos el sexo en paz, que en México se escenifica actualmente con las actuaciones de Luz Elena González, Marcus Ornellas y Juan Colucho (alternante).
Esta comedia se presenta en el teatro 11 de Julio, bajo la dirección e iluminación de Claudia Ríos; adaptación de Mauricio Pichardo, y con la asistencia en la dirección de Mónica Galarza.
En la puesta, muchos adultos esconden la mano cuando Luz Elena les pregunta quién es impotente, lo mismo cuando el aguijón es sobre quién es frígida, o quién tiene el pene corto o pequeño. La actriz consuela con frases como chiquito, pero cumplidor
o chiquito, pero rinconero
, y otras por el estilo. La adaptación abunda en datos sobre una triste realidad: los mexicanos no son unos tigres en la cama. Lo peor: hay mujeres que nunca han experimentado un orgasmo. Lo penoso: hay mujeres que fingen los orgasmos para no hacer sentir mal a su pareja.
En entrevista, Marcus Ornerllas, de origen brasileño, expresó: “El hecho de que hablemos de sexo con libertad de expresión, llamando a las partes íntimas por su nombre, como pene, vagina o clítoris, sin pena, refleja lo hermosa que es nuestra sexualidad, la cual a veces tenemos tan escondida, por los tabúes. Los mexicanos estamos, y yo me considero mexicano porque llevo aquí nueve años, atados. Somos machistas en América Latina y en unos países más que en otros. En sexo estamos apenas gateando. Todo es una cadena y un papá no habla de sexo con su hijo porque su padre no lo hizo, y así, pero hay que romper esa cadena, para dejar atrás la represión.
“En esta obra se lleva a la gente en estos temas por medio de la risa. Es un humor limpio, sano, no grotesco o vulgar. Por el contrario. Hay obras que han abierto camino, como Los monólogos de la vagina. Hay obras en las que el teatro sí tiene una función didáctica, lo cual se nota cuando se ve al público pensativo al final.”
Consideró que en el sexo es un deber informarse y en el caso del teatro se debe informar al público. Se trata de hablar de sexo directamente y de manera mágica, porque gracias al sexo nacimos y estamos vivos.
Tengamos el sexo en paz se presenta en el teatro 11 de Julio, en Doctor Vértiz 668, colonia Narvarte. Horario: viernes, 19 y 21:30 horas; sábados, 18 y 20:30 horas, y domingos, 18 horas. Boletos 300 y 400 pesos. Adolescentes y adultos. Teléfono 5538 2964.